Cuánta razón tenía juan Bosch al decir estas palabras, ”Así es en la vida política: unos van y otros vienen…La política en eso es como la vida misma: está constantemente muriendo y constantemente naciendo; llegan y se van gentes…”, esto a propósito de como algunas personas van abandonando las organizaciones políticas a las que dedicaron años de trabajos y sacrificios.
Viendo el espectro político dominicano vemos como muchas de esas personas, que incluso se han beneficiado con puestos electivos o funciones gubernamentales por muchos años, son los primeros que renuncian de sus partidos, en los momentos en que estos están en la oposición, que es cuando comienzan a ver situaciones internas que no vieron cuando su partido ha estado en el poder.
Es lamentable ver este espectáculo que dan muchos de nuestros políticos, pasándose de un lado a otro, sin ninguna causa política de peso, sino con el único interés de permanecer en el poder, a cualquier precio y sin ninguna preocupación por los problemas nacionales y si por garantizar sus intereses personales o de grupo, que nunca beneficiaran a la población dominicana.
En estos tiempos de campaña electoral vemos como todos los días aparecen personas renunciando de sus partidos, unos anunciando su pase a otro partido, otros dejan en suspenso el adonde irían y otros lo anuncian a los pocos días muchos buscando posicionarse de la mejor manera y satisfacer su interés personal, deprimente actitud que debe dar mucha vergüenza para quienes la practican.
El país observa con cuidado todos estos movimientos “políticos”, que no persiguen otra cosa que no sea asuntos personales, salvo algunas escasas excepciones que en nada benefician a los más pobres que son los más vulnerables de nuestra sociedad, solo se busca una parte del pastel y nada más, mientras el pueblo sigue padeciendo y la desigualdad y la pobreza continúan castigando con fuerza a los dominicanos.
La situación política del país es bien delicada ya que por un lado se quiere reelegir un gobierno con graves deficiencias gerenciales y pocas realizaciones que mostrar al país y por el otro se pretende destruir y minimizar hasta lo último a un partido como el PLD, que tiene una obra de gobierno sin precedentes de servicio al país, la que está presente a la vista de todos en toda la geografía nacional.
El país debe estar bien atento a la situación política nacional y a como se va desarrollando la campaña electoral, además observar el desenvolvimiento de sus partidos políticos, ya que sin partidos no hay democracia que funcione y una parte de ellos le están fallando a la sociedad, en su capacidad programática y de gestión y en generar e implementar soluciones adecuadas para la nación.
La calidad de la democracia pasa por la estabilidad de los partidos y la validez del programa político de estos, lo que debe conducir a un aumento de la confianza del pueblo y a un rechazo de las organizaciones políticas deformadas, que siempre están dispuestas a comprar o recibir militantes desleales que han abandonado sus organizaciones, lo que debilita el sistema de partidos y a la democracia.
Esta práctica antidemocrática, tiene tres aspectos fundamentales, que son, el abandono de la organización política, ser expulsado del partido por traición o rebelarse contra las decisiones de sus órganos, La lucha política tiene muchos riesgos y hay que tener mucho cuidado con cometer errores que pueden ser de graves consecuencias, que incluso pueden poner en peligro la vida de la organización.
A esto Juan Bosch explicaba que, “El infierno está empedrado de buenas intenciones”, hay que tener cuidado con individuos con poca formación política peledeista, vacilantes, desleales, mal agradecidos y oportunistas que solo provocan intrigas, chismes, pugnas y conductas viciosas en el PLD y que solo esperan una oportunidad para abandonar el partido, tratando de hacerle un daño.
El PLD no es un partido perfecto, como todo en la vida tiene sus problemas, los que hay que seguir corrigiendo, combatiendo y superando, para que cada vez más aumente la moral y la confianza en el trabajo y el servicio al pueblo dominicano tal como lo quería el profesor Juan Bosch, quien siempre estuvo comprometido, con la justicia y la prosperidad de toda la nación dominicana.
Un militante peledeista debe ser un defensor de las líneas estratégicas y tácticas del partido de lo contrario padece de debilidad ideológica y por tanto es una presa fácil para el enemigo, que siempre buscara la forma de debilitar al partido, distrayéndolo se su lucha fundamental siempre a favor de la mayoría de los dominicanos, que son los trabajadores y los campesinos pobres y medianos de pueblos y ciudades.
Juan Bosch ha escrito con mucha claridad que,” un partido como el PLD tiene enemigos de derecha y enemigos de izquierda y los peledeistas debemos esperar que tanto los de derecha como los de izquierda, usen los métodos que le parezcan buenos para obstaculizar el desarrollo del PLD y aun que vayan mucho más allá, hasta el extremo de aniquilarnos si pueden hacerlo”.
No nos alegramos de que compañeros del partido decidan abandonarlo, el partido sigue y la lucha continua, mientras unos se van otros llegan, los enemigos del partido y el pueblo fracasaran de nuevo en su intento de destruir la obra maestra de Juan Bosch el Partido de la Liberación Dominicana PLD, organización política que vino para quedarse en el corazón del pueblo dominicano.
Por Luis Fernández
* El autor es político, escritor y comunicador