Puerto Príncipe.- Las bandas armadas tomaron la noche de este sábado la Penitenciaría Nacional de Puerto Príncipe, la mayor prisión de Haití, y un número indeterminado de presos han huido, después de que durante horas en los alrededores de la cárcel hubiera intensos intercambios de disparos entre la Policía y los asaltantes.
“Los bandidos han tomado al asalto la Penitenciaría Nacional de Puerto Príncipe y han permitido la huida de un determinado número de detenidos”, informó la embajada de Francia en Haití.
La toma de la cárcel por miembros de pandillas, fuertemente armadas, se produjo tras horas de ataques, como anunciaban las bandas en redes sociales ya desde la jornada anterior.
En la prisión civil hay cientos de presos que viven en condiciones inhumanas, incluidos los ciudadanos colombianos acusados de participar en el asesinato del presidente haitiano, Jovenel Moise, en julio de 2021, así como líderes de bandas en espera de juicio.
Después de la principal cárcel del país, el Palacio Nacional podría ser el siguiente objetivo de los grupos armados, que se muestran decididos a derrocar el gobierno del primer ministro de Haití, Ariel Henry.
Hasta el momento no ha habido comunicaciones oficiales sobre lo que está ocurriendo, marcada por el ataque de pandillas a varias instituciones públicas. Diversas versiones apuntan a que el objetivo de los grupos violentos sería ganar fuerza antes de la llegada a Haití de la misión multinacional de apoyo a la seguridad que encabezará Kenia.
La policía en Haití pidió ayuda urgente el sábado por la noche mientras trataba de repeler a pandillas que asaltaban la principal prisión del país, en una gran escalada de la violencia que asola la nación caribeña.
“Necesitan ayuda”, dijo un sindicato que representa a la policía haitiana en un mensaje publicado en redes sociales, que incluía el emoji “SOS” repetido ocho veces. “Movilicemos al ejército y a la policía para impedir que los bandidos irrumpan en la prisión”.
La Policía Nacional de Haití tiene unos 9.000 agentes en un país de más de 11 millones de habitantes, según Naciones Unidas. Los agentes suelen verse sobrepasados en número y potencia de fuego por poderosas pandillas, que estima controlan hasta el 80% de Puerto Príncipe.
Jimmy Chérizier, un expolicía de élite conocido como Barbecue que ahora dirige una alianza de pandillas, se atribuyó la responsabilidad de la oleada de ataques. Dijo que su objetivo era capturar al jefe de policía de Haití y a ministros del gobierno, así como impedir el regreso de Henry.
El primer ministro, un neurocirujano, ha rechazado las peticiones de que renuncie y no hizo comentarios cuando se le preguntó si creía que era seguro regresar a su país.
El mandatario firmó el viernes una serie de acuerdos de reciprocidad con el presidente de Kenia, William Ruto, para tratar de salvar el plan para desplegar a agentes de la policía keniana en Haití. Un alto tribunal del país africano dictaminó en enero que esa movilización era inconstitucional, en parte porque el pacto original carecía de acuerdos bilaterales.
La violencia ha complicado los esfuerzos de estabilizar Haití y allanar el camino a las elecciones. Líderes caribeños dijeron el miércoles que Henry había aceptado programar una votación para mediados de 2025, una fecha lejana que probablemente enojaría más a los rivales de Henry.