Nueva York.- La Policía arrestó a un hombre de 45 años que el pasado jueves mató a puñaladas a un compatriota suyo de 19 tras una discusión por un estacionamiento en El Bronx.
Vladimir López Germán fue localizado y detenido el jueves por la noche, menos de 24 horas después de que apuñalara fatalmente a Dominic Aguilera afuera del edificio donde ambos residían en Featherbed Lane, cerca de la avenida Inwood, en el sector Morris Heights.
Aguilera y su padre José Cruz se estaban preparando para salir a trabajar cuando López Germán tocó su puerta para exigirle al joven que moviera su vehículo, ya que estaba bloqueando el suyo.
Aguilera bajó y movió su Mercedes Benz, pero López Germán seguía irritado y gritándo improperios, según el padre de la víctima.
Víctima se desplomo en una bodega
López Germán le gritó a Aguilera y lo apuñaló en el pecho, penetrando su corazón, dijo Cruz, de 52 años. El joven se tambaleó y caminó hacia una bodega cercana, donde se desplomó.
“Vi morir a mi hijo. Falleció en mis brazos. Toda nuestra familia está en shock. Nunca esperábamos algo así”, dijo el padre, quien labora en un taller de hojalatería en el sector de Mount Vernon.
“Papá, no me dejes morir”, recordó que le dijo el joven, quien fue llevado por paramédicos al Lincoln Hospital, donde fue declarado oficialmente muerto.
Asesino huyó de la escena
Tras apuñalar a Aguilera, López Germán entró a su vehículo y abandonó la escena. Sin embargo, testigos lo identificaron como el asesino y fue capturado horas después y acusado de homicidio involuntario y posesión de armas, entre otros cargos.
“La gente estaciona los autos en doble fila y bloquea a las personas que están estacionadas legalmente, de modo que cuando quieres salir, no puedes salir”, dijo Wendy Reinoso. “Eso es lo que pasó aquí”.
Recordó haber visto a Aguilera tambaleándose hacia su tienda cubierta de sangre.
“Cuando el niño entró, estaba sangrando y luego llamé al 911”, dijo. «Estaba sangrando mucho».
Agregó que el joven murió en el piso de su bodega mientras empleados del negocio aplicaban presión en su herida.
“Detuvimos la sangre, pero falleció allí mismo”, expresó.
Por Jhonny Trinidad