La abrumadora victoria obtenida por el presidente Luis Abinader, así como por los senadores y diputados del Partido Revolucionario Moderno (PRM), representa un gran reto para todos ellos que fueron favorecidos con la simpatía del electorado nacional.
Cabe destacar que los resultados de en las recién pasadas elecciones presidenciales y congresuales, el mandatario fue reelecto con el 57.45%, superando el porcentaje que tuvo en el 2020 que fue de un 52.52%, muestra de la confianza que depositaron en él dos millones 505,509 electores para que continúe con su obra de gobierno.
Adicionalmente, el PRM y aliados obtuvo una aplastante mayoría en el Congreso Nacional, con 29 de 32 senadores y 142 diputados de 190, cuando aún faltan por definir los diputados nacionales de los cuales también tiene el mayor número según los resultados preliminares de la Junta Central Electoral.
Esta mayoría alcanzada por el PRM no es sorpresa, puesto que quien suscribe este artículo, a principios del en el mes de marzo vaticinó la reelección de Abinader en primera vuelta con amplio porcentaje, también que el PRM obtendría más de 25 senadores y la mayoría en la Cámara de Diputados.
Ahora bien, este comportamiento del electorado compromete a las autoridades a mantenerse administrando el erario con la pulcritud y transparencia que han caracterizado el estilo de gobernar de este cuatrienio e impulsar las iniciativas del mandatario para este segundo período como forma inequívoca de garantizar las posibilidades de retener el poder más allá del 2028.
Los perremeístas electos y los que ocupan posiciones gubernamentales deben de entregarse a cumplir con las promesas de campaña, atender las prioridades de cada demarcación y sobre todo seguir cercanos a la población, siempre siguiendo las directrices trazadas en las políticas públicas.
En el caso de los legisladores deberán contribuir con las reformas desde el punto de vista económico y social, mientras los alcaldes también tienen un papel fundamental, principalmente con la limpieza del territorio que le corresponde, pues es el punto neurálgico que ayuda a la buena salud de las personas y por el que más es juzgada una gestión municipal.
Es importante que la dirigencia y los líderes emergente del PRM comprendan que la mejor carta de triunfo para el 2028 es exhibir una buena gestión en la administración pública durante los próximos cuatro años, ya que es lo que fortalecerá la credibilidad en la sociedad y afianzará el liderazgo de esta organización política en República Dominicana dándole una nueva oportunidad de dirigir los destinos del país.
Ya el pueblo le confirió el poder, ahora les toca articularse en torno al presidente Abinader que es el capitán que dirige la nave del país y del PRM, porque se ha consolidado no solo como un gran estadista, sino como un importante referente político partidario, por ende, es la persona más indicada para seguir guiando la transformación en ambas esferas, liderando con su experiencia el paso al relevo generacional.
Por Odelis Matos
El autor es abogado y especialista en temas electorales