Algunas confesiones

Cuando se sueña tanto, cuando se aspira tanto, para ser cada día mejor para ti y los demás. cuando se admira tanto lo mejor y se anhela lo mejor, imagino que esos sueños, anhelos y perseverancia, siempre por lo más puro, honesto y bueno, darán sus frutos algún día en nuestras vidas.

Sólo hay que seguir aspirando y trabajando cada día del resto de nuestras vidas por esos sueños y aspiraciones, hacer sinceras nuestras intenciones y convertirlas en acciones positivas para sí mismo y los demás, sobre todo para aquellos más próximos, como la familia, amigos, vecinos y demás.

Siempre es posible comenzar de nuevo, como cada amanecer, aún después de un difuso letargo, nunca hay que perder las esperanzas, mientras haya vida y se conserve la fe, hay que mantenerse en la batalla, eso es la vida para muchos, eso es la vida para mí.

Vivir ignorando el dolor de este mundo no me es posible, me contagia el amor y la alegría, pero hay mucho dolor y no sé cómo dejar de notarlo, siento ese nudo en la garganta, esa rabia, esa impotencia.

Me duele ver Lo que las personas hacen por dinero y en lo que pueden llegar a convertirse. Me duele la avaricia, la traición.

Hay tanto dolor en este mundo que a veces no puedo evitar llorar en un rincón, también de ese sufrimiento se tiene que nutrir nuestras almas para tener motivos para luchar. No importa si perdiste fortuna y amor, conserva tu alma intacta y vivo tus sueños.

Los miembros de esta especie primitiva que llaman tierra o planeta azul a este lugar que habitan, tiene tantos retos por delante. Tendremos que esforzarnos mucho para merecer el perdón y llegar a elevarnos a la condición de humanos.

Como todo ser imperfecto, el hombre es un ser pretensioso, tan ciego cree saberlo todo, sin poder ni siquiera cambiar su entorno y no perjudicarse. Aquel que cree saberlo todo casi siempre resulta ser un gran ignorante y desconocedor de muchas cosas sencillas.

 Nadie lo sabe todo, nadie excepto Dios tiene respuestas a todas las preguntas, por eso no debes sentirte inferior a nadie, no hay que ser conforme, pero si agradecido de lo que tenemos y sabemos, y de ello hay que ser humilde y solidario.

El hombre está llamado a ser amo y señor de este planeta, pero no acosta del sacrificio de otros, el prójimo tiene el mismo derecho. sospecho que todo comenzó mal con el libre albedrio y la acumulación originaria. “Menos mal que existen los que no tienen nada que perder, ni siquiera la muerte” …

Por Ebert Gómez Guillermo

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