Los succionadores resultan bien…

Aplaudimos con euforia la labor que vienen realizando los camiones succionadores del cabildo capitalino dominicano, sin importar que sean propios o rentados, es una labor que para la época ciclónica, y para todo el año, por aquello de país tropical y la locura del cambio climático, resulta un gran aporte a la solución de un mal cuasi centenario que son las inundaciones de calles, avenidas, callejones y otras vías de tránsito vehicular y peatonal.

Dada la irresponsabilidad ciudadana y la cultura de la suciedad que muchos capitaleños exhiben, penalizar con suma considerable a estos indisciplinados que son los primeros que protestan porque se taparon los imbornales y filtrantes, sería una fórmula ideal que lo recaudado por esa inconducta se destine a la compra de más de estos camiones succionadores.

Ojalá alguien del Ayuntamiento del Distrito Nacional se detenga a leer este atrevido consejo, porque adquirir más camiones con recursos de arbitrios especiales o, en buen español, multa municipal, permitiría colocar en cada polígono unidades de estas de acuerdo al historial de inundación.

Desde el principio de los años 80 me inserté en el maravilloso mundo de la municipalidad como periodista. Confieso que me enamoré de esa «doctrina», trabajando para el entonces síndico de la capital, Rafael Antonio Suberví Bonilla, mejor conocido como Fello, donde aprendí bastante, para luego pasar por la Liga Municipal Dominicana y posteriormente a la Federación Dominicana de Municipio (FEDOMU), la cual defino como mi gran escuela.

Basado en la anterior es que cuando escribo sobre el tema lo realizo sin el matiz político; en este caso, aunque somos compañeros de partido, no tengo el alto honor de conocer personalmente a la alcaldesa Carolina Mejía a la que se resalta o no de acuerdo al cristal con que mire sus gestiones.

Pero en este caso lo que me motiva es la operatividad de los camiones succionadores y su eficiente servicio.

APROBADO…

Por Luis Aníbal Medrano S. (luisanibal.medrano@gmail.com)
El autor es periodista, locutor, municipalista y político.

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