Además de ser un privilegio inmerecido para los legisladores, son una burla contra el pueblo dominicano
En el día de ayer, el señor Félix Bautista, senador por la provincia San Juan, depositó un proyecto de ley que procura, entre otras cosas, eliminar lo que, a mi entender, constituye uno de los privilegios más odiosos y abusivos de los cuales disfrutan nuestros legisladores, las exoneraciones para importar vehículos sin pagar los impuestos correspondientes.
Este inmerecido privilegio, que les permite a nuestros “sacrificados legisladores”, disponer de dos exoneraciones por periodo, tiene su base legal en la Ley No. 57-96, promulgada en fecha 6 de diciembre de 1996, que, a su vez, modificó la Ley 21-87, del 9 de marzo de 1987, la cual establecía un límite de dieciocho mil dólares (US18,000.00), para el precio de los vehículos que podía traer cada legislador privilegiado, libre de impuestos y gravámenes.
En la actualidad, gracias a la modificación de la referida ley, ese valor ha sido desmontado, bajo el argumento, no menos odioso, de que nuestros legisladores, como representantes del primer poder del Estado, debían estar en igualdad de condiciones con sus pares de otros países vecinos.
La normativa vigente, en su artículo segundo y como para ponernos “alante alante”, reza de la siguiente manera: «Articulo 2.- Cada legislador importará libre de impuestos un vehículo de motor cada dos años, sin importar el tipo, marca, modelo, año, cilindraje, CIF, etc. El vehículo que importe estará exento de todo tipo de gravámenes e impuestos, recargos, multas, etc., así como también cualquier restricción o prohibición existentes”.
Si esto no es una ofensa para el pueblo dominicano, de parte de unos “funcionarios” que, se supone, son servidores públicos, entonces no sé lo que es, porque, en los últimos días, a propósito del cacareo que ha provocado el tema, varios opinadores se han referido a ello, pero, de algún modo, justifican o intentan justificar la existencia de tal privilegio.
Sobre todo, por el hecho de que no se trata solamente del senador por San Juan, sino que otros legisladores, además de Bautista, han depositado iniciativas con propósitos similares, que involucran la eliminación total de dichas exoneraciones o limitarlas.
Tal es el caso del también senador, Alexis Victoria Yeb, representante de la provincia María Trinidad Sánchez, que busca limitar las exoneraciones a una, por un periodo de 4 años, y un límite de 200 mil dólares, a lo que agrega, que el privilegiado no tenga la opción de venderla.
Mi pregunta es la siguiente, ¿cuál es la razón que justifica que un legislador, por el simple hecho de vivir en el interior del país, necesita una exoneración para importar un vehículo, como le llaman, de alta gama, sin pagar los impuestos correspondientes?
Pregunto, cómo es que el presidente de la República, Luis Rodolfo Abinader Corona, pretende someter una reforma fiscal sobre la base de la necesidad de recaudar alrededor de 122,486 millones de pesos, cuando se despilfarran tantos recursos en odiosas exoneraciones para los legisladores, así como exenciones fiscales para ciertos sectores de la República Dominicana.
Según publicaciones de varios medios de prensa escrita del país, el Estado dominicano dejó de percibir, por concepto de impuestos y gravámenes, unos 2,140 millones de pesos, por la importación de unos 499 vehículos de lujo, que entraron al país a través de los privilegiados legisladores (senadores y diputados), entre los años 2020 al 2024.
Lo que implica un enorme sacrificio fiscal para el estado, que, dicho sea de paso, el estado somos todos. Y por si algunos no lo saben, no se han enterado, o, simplemente no les interesa, el Estado no produce dinero, lo que implica, por vía de consecuencia, que como siempre, los que cargamos más pesado, los que pagamos los platos rotos, somos los pendejos…
Por Daniel Rodríguez González