El objetivo era que tuviera aspecto de japonesa y rusa aunque que Geminoid F. (castaña y de ojos oscuros) probablemente podría pasar también por española. Una de las últimas creaciones de Hiroshi Ishiguro, el prestigioso diseñador de robots de la Universidad de Osaka, se ha subido esta semana a un escenario de Tokyo para hacer su debut junto a una actriz de carne y hueso. La androide fue presentada a la prensa la pasada primavera.
Geminoid F. habla y parpadea. Hasta parece que respira, ya que acompaña sus palabras con un movimiento del torso. Es capaz de sonreír aunque la expresividad de su rostro aún no está muy conseguida.
Todo ello es posible gracias a los 12 motores que alberga en su interior y a la ayuda inestimable de una mujer real, que desde una habitación contigua al escenario habla y gesticula. Sus palabras y movimientos son recogidos por una cámara e imitados por la androide.
Al parecer, y según afirman algunos telespectadores que asistieron a la obra, sus cualidades como actriz también dejan bastante que desear. Su creador, sin embargo, se muestra muy optimista y, según declaró a Reuters, está convencido de que en el futuro podrán conseguir robots con excelentes cualidades para actuar: «Físicamente, los androides pueden parecerse mucho a los actores humanos, pero lo más importante es que técnicamente somos capaces de crear un actor superior, que reúna todas las buenas cualidades que puede tener un humano, como observar, moverse o hablar», afirmó Ishiguro.
Un nuevo tipo de actor
Sin embargo, el objetivo del director de la obra, Oriza Hirata, no es sustituir a los actores de carne y hueso sino incorporar al mundo teatral un nuevo tipo de actor.
Por su parte, la compañera de reparto, Bryerly Long, explicó que actuar con Geminoid F. fue como hacerlo sola ya que resultaba bastante distante. En la obra interpreta a una joven que padece una enfermedad terminal. Sus padres contratan a una cuidadora androide -Geminoid F.-, que le recita poemas mientras guarda reposo. Durante su representación, la robot permanece sentada en una silla, desde donde conversa y recita monólogos.
Crear un robot como Geminoid F. cuesta alredor de 1.200.000 dólares (unos 900.000 euros), un precio aún muy alto. Sin embargo, los expertos en robótica vaticinan que en pocos años los robots tendrán precios más asequibles y funciones cada vez más desarrolladas, hasta el punto de que será habitual tenerlos en nuestro hogar.
Robots en casa en diez años
Así lo cree el investigador del grupo de Ingeniería de Sistemas Integrados (ISIS) la Universidad de Málaga (UMA), Juan Pedro Bandero, que esta semana ha presentado en la ciudad andaluza un sistema de visión ideado para incorporarse en robots sociales. Según explicó Bandero a Efe, las previsiones apuntan a que los robots sociales serán capaces de llevar a cabo algunas de nuestras tareas cotidianas gracias a su capacidad para interactuar con las personas.
Bandero vaticina que la robótica de nueva generación, que va más allá de su aplicación en la industria, hará posible que en diez años los robots entren en nuestras casas.
El sistema de visión que se exhibe en el Centro de Ciencia Principia forma parte de la exposición ‘Los nuevos esclavos cibernéticos’, que podrá visitarse en Málaga hasta el 8 de diciembre y que se enmarca dentro de la Semana Europea de la Ciencia.