Me encanta tanto la Psicología, que en ocasiones pienso que soy una psicóloga de nacimiento. Constantemente las personas han acudido a mí buscando un alivio a sus penas, y quizás, sin darme cuenta, les he resuelto sus problemas.
Como profesionales, podemos ver más allá, por ejemplo, en una foto, donde hay cosas esplendorosas que a cualquiera causan fascinación, nosotros podemos ver tristeza, alejamiento, deseos de llamar la atención, etc.
Escuché a una reconocida artista, afirmar que a su pequeña nieta, de apenas un año, en la celebración del día de Reyes, le llenó la habitación de juguetes.
Esto maravillaría a cualquiera, pero nosotros podemos ver en ese exceso, un afán de la abuela por llenar un vacío de su infancia, donde, probablemente, tuvo muchas limitaciones económicas, y ahora que puede hacerlo, lo justifica, pero es posible que, desde el punto de vista psicológico, no sea sano para la niña, y hasta logre confundirla.
Investigando algunas fuentes encontré que los niños que reciben juguetes en abundancia, ya de adultos, pueden presentar las siguientes características:
-Baja tolerancia a la frustración
-Imaginación empobrecida
-Caprichosos
-Menosprecio a lo que tienen
-Materialistas y consumistas
-Egoísmo.
Ojalá que los adultos entendamos que llenando las carencias del ayer, podemos dañar la salud mental de nuestros niños de hoy.
Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)
*La autora es psicóloga clínica
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