Santo Domingo.- El presidente de Acción Empresarial por la Educación (EDUCA), Samuel Conde, valoró de “valiente y llena de audacia” la decisión del Gobierno nacional y del ministerio de Educación de iniciar el calendario escolar oficial el pasado lunes 2 de noviembre, en tanto otros gobiernos de la región han optado por cerrar las puertas de la educación hasta que finalice la pandemia, generando con esto perjuicios invaluables para las generaciones actuales.
Al precisar que “la educación no se detiene” y que dada las disposiciones sanitarias que restringen la movilidad de la población como medida para frenar los contagios de la Covid-19, el destacado empresario valoró como innovador el hecho de recurrir a estrategias multiplataformas utilizando la televisión, la radio, el material impreso y el uso de dispositivos electrónicos e internet allí donde fuera posible.
“El uso de múltiples tecnologías y estrategias para que los estudiantes aprendan siempre es deseable; y aunque es prematuro evaluar sus resultados resulta creativo y sensato dada las realidades de los diferentes hogares del país”, apuntó Conde.
A la vez de añadir “Educa entiende también que este año presenta desafíos que deben ser reconocidos y atendidos, los cuales son múltiples y van desde los meramente educativos hasta aquellos relacionados con la logística, aspectos administrativos, infraestructura tecnológica y financieros”.
En el detalle de estos elementos Samuel Conde enumeró que entre los desafíos educativos figuran el que representa minimizar el riesgo de salidas prematuras del sistema, conocido como deserción escolar.
De hecho, recordó que la Unesco estima que serán 28 millones de niños y niñas en el mundo que no volverán a la escuela como consecuencia de la pandemia, y en ese orden “nuestro gran objetivo como nación es evitar que ninguno de estos sea dominicano”.
Indicó que en segundo término, la calidad de los aprendizajes, que ya era una materia pendiente del sistema educativo dominicano, el desafío es hacer de esta situación una oportunidad para cambiar en la dirección correcta.
“Hay claramente desafíos logísticos, como significa el aportar el 75 % de las kilocalorías diarias de cada estudiante sin que estos asistan a la escuela. Y ni que decir de los desafíos en materia tecnológica, ya que las coberturas y capacidades de las redes de internet tendrán que irse ajustando para recibir el tráfico recurrente de más de 2.8 millones de estudiantes”, enfatizó Conde.
De igual manera, el presidente de Educa resaltó que en términos financieros el desafío no es menor, ante una de las caídas de la economía más abrupta que enfrenta el país en los últimos tiempos, que, aunque reconoce es transitoria y se cuenta con el apoyo del financiamiento local e internacional para hacerle frente, “se debe ser cuidadoso y eficiente, hoy más que nunca, en el uso de los recursos públicos”, sentenció.
Agregó que, ante la adversidad, el sistema se encamina hacia un modelo de educación híbrida combinando las diversas plataformas con la presencialidad.
“Por eso, en aquellas zonas en las cuales la pandemia esté controlada, bajo estrictos protocolos sanitarios y priorizando aquellos estudiantes más vulnerables es conveniente, más pronto que tarde, que los estudiantes vuelvan a las aulas. Para ello es sumamente relevante tener información de calidad para tomar decisiones debidamente fundamentadas. En las edades tempranas, por ejemplo, la presencialidad es insustituible”, concluyó Samuel Conde.