A través de los años, la Cámara de Cuentas de la República Dominicana, ha sido estigmatizada como “La cámara de cuentos”, esto por el comportamiento pueril que ha venido asumiendo en la mayoría de los casos en que ha debido ejercer su autoridad.
Traemos esto a colación, porque nos tocó ver la entrevista que la Cámara de Diputados le realizara al licenciado Renso Minyety, aspirante a presidir el organismo regulador y sus respuestas plantean una revolución que se hace necesaria para adecentar dicho organismo.
Una de sus propuestas habla de convertir la Cámara de Cuentas en un instrumento ético de la función pública, pero que también tenga fuerza punitiva, que no dependa de la acción legal de ninguna otra dependencia oficial.
Minyety, a quien conocemos es perito contador y licenciado en contabilidad, quien inició su carrera profesional a los 18 años y a los veinte fue encargado de una empresa con más de 500 empleados.
Dentro del sectores de los contadores públicos, contralores y auditores, Minyety es considerado una persona íntegra y vertical, quien ha sabido manejarse como profesional dentro de la ética.
Este aspirante a la presidir la Cámara de Cuentas plantea que hay que convertir ese organismo en un ente proactivo que actúe con todo el espectro legal y administrativo para colocarla al servicio de la transparencia, lo que sería una retranca de cualquier intento de actos de corrupción.
Partiendo de su capacidad e integridad profesional probadas a través de sus distintas posiciones en el sector privado, entiendo que Renso Minyety es un hombre que no puede fallar, por lo que me es propicio invitar a todo el que tenga la responsabilidad de votar para la elección de los miembros de la Cámara de Cuentas apoyar la propuesta de este joven profesional.
El país necesita en la Cámara de Cuentas un hombre que le impregne capacidad, calidad, pulcritud y transparencia y Renso Minyety es la garantía, porque reúne tales condiciones.
Por Nélsido Herasme