QUITO (AFP).- Tras dos semanas de dudas, en que los dos candidatos que se disputaban el segundo puesto en las elecciones de Ecuador se aventajaban uno al otro según el día, hoy las autoridades confirmaron que quien peleará con el economista de izquierda Andrés Arauz es el derechista Guillermo Lasso.
Así el exbanquero, de la coalición CREO-PSC, se quedó con las ilusiones del tercero en discordia, el líder indígena de izquierda Yaku Pérez, quien emergió como la sorpresa de los comicios y para muchos podría haberse convertido en un rival complicado para Arauz.
De acuerdo con lo confirmado por el diario El Universo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) concluyó el viernes las partes del que le restaba contabilizar y ahí obtuvo los números finales que cerraron la incertidumbre: Arauz, delfín del exmandatario socialista Rafael Correa, obtuvo un 32,72% de los votos válidos, que equivalen a 3.032.906 personas que lo apoyaron; Lasso, un 19,74% (1.829.378); y Pérez, 19.38% (1.796.542).
Ahora el ballottage presidencial tendrá lugar el 11 de abril, anunció el consejo. El conteo fue aprobado con el voto de cuatro de los cinco miembros del organismo electoral presentes en una reunión, que se reinstaló el sábado y se prolongó hasta la madrugada de hoy.
“Seguiré representándolos en esta segunda vuelta electoral”, expresó Lasso en un comunicado tras la proclamación y agregó: “Hoy la democracia ha triunfado, vamos con ánimo y optimismo a esta segunda vuelta”. El candidato, un conservador de 65 años, encabeza la oposición a Correa, quien le ganó en la elección presidencial de 2013. Esta es la tercera vez que aspira al cargo.
Arauz, exministro de Correa, no alcanzó a conquistar la presidencia en primera vuelta como lo hiciera su líder en 2009 y 2013, para lo que necesitaba al menos un 40% de los sufragios y diez puntos de diferencia sobre su inmediato seguidor.
La demora en la proclamación de resultados y lo apretado de la votación entre Lasso y Pérez, ambos opositores entre sí y al correísmo, llevó a la ONU y a la OEA a reclamar “transparencia” en el conteo de votos. En este marco la Contraloría de Ecuador pidió ayer al CNE que le permita realizar una auditoría al sistema informático electoral para “garantizar la necesaria transparencia, seguridad jurídica, legitimidad, adecuado uso de los recursos públicos y coadyuve a la generación del ambiente de confianza”.
El triunfador del ballottage sucederá al presidente Lenín Moreno, exaliado de Correa y cuyo período de cuatro años concluirá el 24 de mayo.
Yaku Pérez dice le hicieron fraude
Pérez, un abogado ambientalista de 51 años, sostiene que un fraude de la derecha lo marginó en los resultados finales luego de ser desplazado por Lasso del segundo puesto durante el escrutinio preliminar, por lo que planteó infructuosamente un recuento de votos.
“Tres días (del escrutinio preliminar) estábamos en el segundo lugar y en el cuarto día ya nos ponen en el tercer lugar, eso es fraude”, dijo el dirigente indígena ayer en la localidad de Riobamba.
Pérez podría insistir en su pedido en una fase de impugnaciones que por ley el CNE abrirá a partir de la promulgación de resultados de las presidenciales, en las que participaron en total 16 candidatos.
Para defender la votación de Pérez, candidato de Pachakutik, a quien un conteo rápido del CNE lo ubicó segundo el mismo día del comicio y así se mantuvo en las primeras jornadas del lento escrutinio preliminar, grupos de indígenas realizaron vigilias pacíficas frente a la sede del CNE en Quito.
El líder aborigen insiste en ser víctima de un fraude, por lo que el miércoles indígenas iniciaron una “marcha por la democracia” en Loja, al sur y cerca de la frontera con Perú, con la intención de llegar a la capital ecuatoriana el martes.
“Lastimosamente nos intentan despojar de los votos”, manifestó ayer Pérez ante partidarios en un poblado de la provincia de Chimborazo (sur andino), adonde arribó la caminata que lidera. Añadió que ante la pretensión de arrebatarles los sufragios, el martes a Quito llegarán “ríos de personas, ríos de corazones” para decir que el voto se defiende. “Nuestro voto no se roba. Hay que recuperar los votos”, cerró.