Santo Domingo.-El merenguero Antonio Peter de la (Omega), se libró hoy de volver a la cárcel, luego de que la jueza de la Oficina de Servicio de Atención Permanente del Distrito Nacional le impusiera una garantía económica de un millón de pesos en efectivo, presentación periódica, impedimento de salida, así como continuar con un curso conductual.
La magistrada Octavia Fernández, rechazó la solicitud de prisión preventiva hecha por el Ministerio Público, contra el cantante, imputado de exhibir un arma de fuego en la vía pública y amenazar a un chofer de carro público.
El abogado Félix Porte, representante del artista había declarado que el arma que portaba este era una taser, que es un aparato que produce descarga eléctrica; argumento que fue rebatido por la Fiscalía del Distrito Nacional.
La Fiscalía precisó que las investigaciones realizadas por el Departamento de Crímenes y Delitos contra la Persona arrojaron que el arma entregada de manera voluntaria por el investigado no se corresponde con la que utilizó al momento de una discusión con un conductor del transporte público ocurrida el pasado domingo.
El fiscal investigador del caso destaca que la pistola de electrochoque entregada por Omega tiene unos detalles amarillos que fueron pintados de color negro, con la intención de que se pareciera a la utilizada en el hecho.
“Al analizar las imágenes se pudo apreciar que el arma usada en la comisión del delito tiene un cañón más grande y fino que la entregada a la Policía”, informó la Fiscalía del Distrito Nacional.
En adición a estos hechos, el Departamento de Captura de Prófugos, Rebeldes y Condenados de la Fiscalía del Distrito Nacional, dirigido por Minerva Batista, había solicitado al juez de Ejecución de la Pena la revocación de la sentencia que suspendió la pena que cumplía el cantante.
Batista planteó que Omega incurrió en una nueva infracción en el ínterin del cumplimento de la condena, además de que no ha cumplido con las reglas establecidas en la sentencia, infringiendo el artículo 42 del Código Procesal Penal.
El artista urbano había sido sentenciado por incurrir en violencia de género, y con la referida sentencia terminaría de cumplir la pena con una libertad bajo determinadas reglas, las cuales incumplió al dejar de asistir a varias charlas en el Centro de Intervención Conductual para Hombres y, además, portar y exhibir un arma de fuego.