Fuera de las muertes que niegan, necesarias según el pensamiento del Descarte, la crisis económica, el desempleo, dolores que sumados a otros seguirán provocando más perdidas y muertes, ilimitadamente por tiempo indefinido.
Solo cinco letras y dos números (COVID-19), mucha soledad, insomnios, separación familiar, perdidas. Ganancias sólo para los bancos y el comercio. Los afectados son parte del negocio del nuevo orden, los más adaptados después del desmonte.
Difícil entender lo que está sucediendo ni como en países como el nuestro impiden legalizar el aborto por causas razonables, lo mismo con la educación sexual y uso de anticonceptivos.
Hoy lloramos la perdida de las alegrías de los días pasados, la vida te da y quita. Se trata entonces de apreciar cada momento. Las cosas ahora serán más difíciles por la pandemia. Enfermedad y muerte, dificultades económicas a nivel planetario que se profundizan como una consecuencia más de tantas otras.
Presiento lo peor, mis ojos se hacen agua, eso debe significar algo que, ahora mismo no puedo descubrir. Vivo pendiente de que en cualquier momento las cosas se pueden poner aún más negra y así sucede casi siempre.
El amor apenas sobrevive, también la esperanza, es a la más importante conclusión que una parte de la población mundial ha podido llegar. Pienso que será lo más valioso que se podrá salvar de todo esto para poder continuar.
Percibo, es el anhelo de tantos para que llegue ese tiempo, no sabemos a ciencia cierta cómo será, pero tenemos la certeza que el amor y la esperanza tendrán un lugar muy especial al final de este tiempo de pandemia.
Por Ebert Gómez Guillermo