La frontera entre República Democrática del Congo y Uganda
La República Democrática del Congo y la República de Uganda son dos de los 54 países que componen el continente africano, ambos comparten una frontera de 765 km que separa sus territorios; Uganda con una población de más de 48 millones de habitantes forma parte de los 17 países que componen el África oriental o África del Este y la república democrática del Congo es parte de los 10 países que forman el África Central, con sus más de 90 millones de habitantes la convierten en el país oficialmente francófono más poblado del mundo.
Durante décadas, la República Democrática del Congo ha experimentado conflictos e inestabilidad política, esto ha generado desplazamientos forzosos de miles de personas, hacia la vecina Uganda, uno de los países más pobres de África, que se ha convertido en país de acogida, lo que a partir del 2016 se ha agravado por el deterioro de la situación política y en materia de seguridad, el aumento significativo de los conflictos entre etnias, generando abusos de los derechos humanos por parte de las facciones enfrentadas en contra de las inocentes poblaciones civiles.
Hacia fines de abril de 2017, había 3.7 millones de personas desplazadas internamente en la República Democrática del Congo, convirtiéndose en el país africano más afectado por el desplazamiento interno.
La zona norte de Kivu, región histórica y antigua provincia de la parte oriental de la Congo, sigue siendo la provincia con el mayor movimiento poblacional. A diferencia de otras provincias, allí la violencia armada sigue siendo la única causa de desplazamiento.
Las nuevas olas de inestabilidad en la República Democrática del Congo han contribuido con el desplazamiento forzado de alrededor de 5 millones de personas entre 2017 y 2019, principalmente en las regiones de Kasai, Tanganyika, Ituri y Kivu. Cientos de miles más han huido a otros países, fundamentalmente a Uganda, país que acoge a 1,2 millones de refugiados lo que hace que, a pesar de sus dificultades, sea el mayor receptor de migrantes de África y el tercero en el mundo.
El recrudecimiento de los combates entre grupos armados y el ejército congoleño en el este de la República Democrática del Congo, ocurridos en los meses de Marzo y Abril del presente año han obligado en un solo día a unas 11.000 personas a huir a través de la frontera con Uganda, lo que representa la mayor afluencia de personas refugiadas en el país desde hace más de un año, la gran mayoría de quienes han cruzado la frontera son mujeres, niñas y niños, que son los sectores más vulnerables y los que más necesitan ayuda solidaria.
La violencia entre las fuerzas gubernamentales congoleñas y las milicias armadas han provocado muertes generalizadas, destrucción de propiedades, hambre y desplazamiento interno: se calcula que miles de personas fueron asesinadas y 1,5 millones fueron forzadas a abandonar sus hogares, la violencia y los reiterados enfrentamientos que tienen lugar en varias provincias de la República Democrática del Congo (RDC) provocan alarmantes y preocupantes niveles de sufrimiento humano y forzados desplazamientos.
El éxodo se hace en condiciones muy difíciles, muchas personas llegan con utensilios de cocina, colchonetas para dormir, ropa y ganado, que reunieron apresuradamente mientras huían, los que hacían su desplazamiento usando la peligrosa travesía del lago Albert que sirve de frontera a Uganda y la República democrática del Congo, sufrieron por la sobrecarga de peso en los botes y sus malas condiciones, hundimientos constantes, causando trágicas y dolorosas muertes todos los años.
Cuando la larga y costosa 2da. guerra de la república democrática del Congo , conocida también como guerra mundial africana, gran guerra de África o la guerra del Coltán (mineral constituido habitualmente por la mezcla en proporción desigual de otros dos minerales: la columbita y la tantalita, indispensables para la fabricación de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos), el 80% de las reservas mundiales de este mineral se encuentran en la República Democrática del Congo, este conflicto inicio en 1998 y termino en 2003 cuando se firmó el acuerdo de paz de Pretoria.
Esta guerra que tuvo lugar en gran parte del territorio de la República Democrática del Congo, involucro a 9 países africanos, además de unas 20 facciones armadas diferentes, aproximadamente 5,4 millones de personas muertas, muchas de ellas por hambre y enfermedades prevenibles y curables, lo que convirtió a esta guerra en el conflicto más mortífero desde la Segunda Guerra Mundial, y eso sin contar los millones de desplazados y refugiados en los países vecinos.
La esperanza que floreció en la República Democrática del Congo, cuando se firmó la paz en el 2003 ,duro poco y una nueva ola de inestabilidad y violencia afectó la región de Kasai, una vasta área en el sur y centro del país y la provincia de Kivu en el este, lo que provoco el desplazamiento de alrededor de 5 millones de personas entre 2017 y 2019, lo que ocasionó una situación humanitaria compleja y desafiante que obligo a que miles de civiles se encuentren de nuevo en una dura lucha por sobrevivir.
En todos estos lamentables acontecimientos los civiles son los que más sufren, con tomas de rehenes, asesinatos, saqueos e incendios de localidades, a lo que se añaden las violaciones, las mutilaciones físicas, los arrestos arbitrarios, la detención en condiciones inhumanas, los abusos de todo tipo y las violaciones contra mujeres y niños, toda esta situación que destruye sus vidas y los medios de vida en el país, todo esto ha obligado a muchos congoleños a huir de sus hogares, a lugares como Uganda donde esperan encontrar paz y seguridad.
Al cruzar la frontera y entrar en el país vecino, los refugiados son trasladados al campo de tránsito de Nyakabande, en las afueras de Kisoro, una tranquila ciudad fronteriza del suroeste de Uganda , el campo de Nyabakande, situado al pie del volcán Muhabura, está compuesto de 400 tiendas y, según cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), alberga a más de 10.000 personas, lo que excede la capacidad de las instalaciones, esta emergencia humanitaria es atendida por organismos internacionales de Naciones Unidas y la Cruz Roja de Uganda , quienes los registran y les dan agua, comida, albergues comunitarios, mantas y atención médica.
Las fronteras de Uganda han estado cerradas a las personas solicitantes de asilo debido a las restricciones por COVID-19, pero el gobierno ha aplicado una vez más una excepción humanitaria y ha concedido el paso seguro a las personas que buscan seguridad, lo que ha dinamizado esta frontera con el paso de miles de migrantes Congoleños que han desbordado las capacidades de las autoridades Ugandesas y los organismos internacionales presentes allí para atender las necesidades de las personas recién llegadas, lo que ha provocado una disminución significativa de la asistencia de emergencia para personas desplazadas internamente en sitios de desplazamiento al norte de Kivu.
Los conflictos en la República Democrática del Congo rara vez aparecen en la prensa internacional, salvo cuando hay picos de violencia, la comunidad internacional en muchas ocasiones olvida o minimiza el conflicto, la respuesta a los grandes flujos de refugiados en Uganda se enfrenta a múltiples desafíos debido a la falta de financiación, incluyendo graves recortes en las raciones de alimentos, las necesidades son enormes y crecientes y afectan cada vez más estos grandes flujos migratorios.
Se hace necesario asistir a estos migrantes forzados a desplazarse por la violencia y la inseguridad en su país de origen, dentro de los cuales hay un gran número de mujeres y niños que son los más vulnerables, ayudando a Uganda de modo que pueda mantener su política hacia estos grandes flujos migratorios que van en aumento en estos tiempos difíciles, de modo que se pueda ayudar a superar las situaciones traumáticas que vivieron los refugiados durante su tortuosa y difícil travesía a Uganda.
Por Luis Fernández
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