Hoy martes se celebra el 159 aniversario de la Restauración de la República Dominicana, una gesta de valor y arrojo patriótico de un puñado de hombres que, junto a Gregorio Luperón y Santiago Rodríguez emprendieron una campaña bélica contra los ejércitos de España, nación que había recolonizado la nación con ayuda de algunos malos dominicanos.
La gesta iniciada el 16 de agosto de 1863 y que culminó el 3 de marzo de 1865, es considerada como la independencia definitiva de la nación dominicana, que logró su independencia del invasor haitiano el 27 de febrero de 1844.
¿Qué fue la guerra de la Restauración?
La Restauración Dominicana fue una guerra librada entre República Dominicana y España de 1863 a 1865. Esta tenía como objetivo que la nación caribeña lograra su emancipación del antiguo imperio español.
El 18 de marzo de 1861 el presidente Pedro Santana anexó la República Dominicana a España convirtiendo al país dominicano en una provincia española.
La nación se encontraba en banca rota producto de guerras independentistas, quienes llevaban los hatos solo obtenían pérdidas, en medio de la grave crisis económica algunos creyeron que la anexión pondría fin a tantos problemas y que esto impulsaría una nación más próspera, pero no resultó ser así.
El 2 de mayo de 1861 un grupo de dominicanos se reveló en contra de las autoridades españolas en el poblado de Moca tomando el cuartel militar para luego ser atrapados y fusilados la misma noche por órdenes del mandatario dominicano.
Un mes y medio después de la anexión, el prócer Francisco del Rosario Sánchez penetró al país desde Haití con la finalidad de derrocar al Gobierno español, pero también fue atrapado y fusilado.
Tras dos años del dominio español, las medidas administrativas no mejoraron la situación económica y hubo una segregación tal que los mejores puestos de trabajos públicos eran para los españoles, a esto se une el trato despectivo por parte de las autoridades españolas a los dominicanos.
La devaluación de la moneda pese a administración española hacía más pobre al país, y se une a esto los impuestos que tenían que pagar los criollos por concepto de importación hacia la mercancía española, hecho que provocaba pérdidas monetarias para muchos comerciantes locales.
Un líder de nombre Santiago Rodríguez, se aprovechó del descontento que reinaba en la población y planificó una conspiración que fracasó por falta de preparación de los dominicanos.
El 16 de agosto de 1863 un nuevo grupo de líderes iniciaron una ofensiva plantando una bandera que implicaba el inicio de la guerra liberadora, lucha a la que se unieron todos los campesinos de la región.
En la provincia de Santiago se levantó tal ofensiva de donde surgió el comandante Gregorio Luperón, quien reorganizó la ofensiva y brindando al pueblo dominicano las energías necesarias para continuar la lucha que venían librando.
Tras la fuerte lucha emprendida por la parte ciudadanos dominicana el 7 de septiembre de 1863 se formó el denominado grupo restaurador, quienes tenían como objetivo reestructurar y reconstruir el Gobierno.
El presidente Santana se enfrentó en la localidad de Arroyo Bermejo al ejército restaurador, pero fue derrotado, de esta manera se vio obligado a regresar a Santo Domingo, este hecho marcó el estancamiento de la guerra.
El 15 de mayo de 1864 un nuevo gobernador de España rearmó a la agrupación española y contraatacó, pero fueron detenidos por la ofensiva dominicana.
Tras intentos fallidos por parte de los españoles de recuperar el control, ya en 1865 con las tropas españolas dominando solo Santo Domingo el gobernador, José de la Gándara, solicitó a la reina española permiso para negociar la derrota, autorización que le fue concedida causando que las tropas extranjeras abandonaran el país caribeño.
Ya para el 10 de julio de 1865 las tropas dominicanas ingresaron triunfantes a la ciudad capital terminando con ello la guerra de la Restauración de República Dominicana y logrando su emancipación.