Santo Domingo.- Pese a la incertidumbre y los enormes desafíos que plantea el contexto geopolítico internacional como resultado de los efectos provocados a causa de la pandemia, del conflicto armado entre Rusia y Ucrania, y las previsiones de desaceleración económica mundial, las relaciones entre Brasil y República Dominicana configuran un horizonte de perspectivas más sólidas y auténticas que nunca en el histórico de sus vínculos diplomáticos y de reciprocidad comercial.
Así lo expuso el embajador de la República Federativa de Brasil, Renan Paes Barret, durante el desarrollo de la conferencia Brasil-República Dominicana: una realidad pospandemia pronunciada este viernes en un evento organizado por la Cámara de Comercio Domínico Brasileña, con el objeto de socializar los planes e iniciativas conjuntos que su misión diplomática trae en carpeta a favor de la nación dominicana.
De acuerdo con el diplomático, en el contexto de la pandemia, específicamente a partir del 2020, la balanza comercial bilateral registró una caída de alrededor del 22 % en las exportaciones brasileñas hacia la República Dominicana, aunque – acotó – las expectativas son altas respecto a la recuperación de la economía global y a la creciente demanda de sus productos.
“De hecho, las expectativas de crecimiento económico son positivas, tanto para Brasil como para la República Dominicana, pues en el caso nuestro desde 2021 la economía viene registrando un crecimiento de cerca de 5 %, mientras que en República Dominicana es de cerca de 5,5 %, con una inflación que ronda el 4 %”, resaltó Paes Barret.
Subrayó que la economía brasileña es, en términos de PIB nominal, la primera de América latina y la tercera de toda América.
Apuntaló que Brasil es una importante potencia agrícola e industrial y la mayor economía de América Latina y el Caribe. “Es el cuarto mayor productor agrícola en el mundo, el primer productor de café, caña de azúcar y cítricos y el segundo mayor productor de soja, carne de vacuno y aves de corral”, añadió.
Específicamente, puso de relieve la apertura avícola al mercado nacional, haciendo énfasis en la importación de carne de pollo lo que valoró como un “importante paso para la economía brasileña”.
Al tiempo de añadir “Sin embargo es importante recalcar que hay otros sectores en que Brasil y República Dominicana pueden fortalecer sus relaciones comerciales, tales como la tecnología de la información, servicios, energía, turismo, áreas que encierran grandes oportunidades de alianzas brasileñas”.
Conforme a lo señalado por el diplomático, la clave del éxito de las relaciones bilaterales entre ambas naciones reside en la comprensión estratégica mutua, tanto por el lado de Brasil que reconoce la posición altamente privilegiada localizada en el Caribe, a “medio camino” entre Europa y los Estados Unidos, como por el lado dominicano, que valora el nivel sofisticado de la producción industrial brasileña, la competitividad de sus agronegocios y la dimensión inmensa de su territorio.
Del mismo modo, refirió que Brasil continuará apoyando los esfuerzos de integración regional de MERCOSUR, UNASUR, la CELAC y ALADI, a favor del diálogo, la paz, la prosperidad y el desarrollo de los pueblos de la región.
Destacó que el intercambio comercial entre la República Dominicana y los países que conforman el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) alcanzó la cifra récord de US$1,214 millones en el año 2021.
“En suma, República Dominicana ocupa un papel especial en este contexto, particularmente partiendo de la importancia que Brasil le concede a las relaciones bilaterales con este país del Caribe “que tiene mucho en común con nosotros en términos de historia, cultura y respeto por los valores de los derechos humanos y la democracia”, señaló.
Comentó que hay un enorme potencial en términos de diálogo político, proyectos de cooperación, relaciones comerciales, inversiones y flujos de turistas para ser plenamente capitalizado.
“Fundamentalmente, el gobierno de Brasil celebra el progreso innegable que la República Dominicana ha hecho en las últimas décadas en términos de desarrollo económico y justicia social, partiendo de que Brasil es un país continental con más de 200 millones de consumidores y la novena economía más grande del mundo, es posible convenir que las estructuras productivas de los dos países son complementarias y podrían beneficiarse significativamente de compromisos conjuntos en materia de comercio, inversión y facilitación institucional”, acotó el embajador de Brasil.