Toda la incapacidad mostrada por el gobierno de Luis Abinader la han querido cubrir con la misma arma que llegaron al poder: la manipulación mediática.
Mientras la población en general (perdón, excluimos a los funcionarios y botellones) sufre el descalabro del país, desde el gobierno nos quieren meter en una burbuja en la que utilizando todos los medios de comunicación posible nos quieren hacer creer que todo está bien.
No sé si sentir pena por el pueblo o por muchos amigos de los medios que con los años se han ganado la confianza de sus lectores, oyentes o videntes, que sin justificación alguna comienzan de repente a defender lo indefendible.
Quiero enfocarme o desahogarme con un tema específico. Es acerca de la huelga convocada para el 24 de abril próximo, por un movimiento denominado “Coalición Gremial” cuya motivación principal es el alto costo de la vida.
En lo personal, quiero aclarar, nunca he sido partidario de las huelgas, a no ser a un patria o muerte, entiéndase sin marcha atrás hasta lograr el objetivo.
Ahora bien, resulta irritante ver a la mayoría de noticiarios, muchos analistas y programas de todo tipo de distintos medios, manipular a la población en dirección de que la gente no quiere huelga, que está cansada de las mismas.
Son los mismos programas y comunicadores que desde sus tribunas alentaban huelgas antes, que hoy descartan ese método.
Te presentan personas del pueblo en donde el ciento por ciento no está de acuerdo con el paro, a pesar de estar todos padeciendo el mal por el que se hace la convocatoria.
Es el mismo síndrome de los resultados de Gallup, estamos mal, que siga el mal.
La tapa al pomo la puso un periodista de esos que guisan en todos los gobiernos, pero que como es natural, en este le ha ido como nunca. Entrevista a un dirigente del sector comercial, de esos que han apoyado muchas huelgas. Al invitado que fue a atacar el paro se le enredaron las ideas y al final el entrevistador terminó explicando con claridad lo que debía explicar el entrevistado.
Como diría Ramón Leonardo, pueblo despierta, nunca te duermas, mira que el traidor está en acecho.
Por Charlie Núñez