LUSAIL, Qatar (AP) — Como hace ocho años, Argentina otra vez mandó a casa a Holanda por penales en una Copa Mundial. Y Lionel Messi dio otro paso por conquistar el título que le falta y que tanto anhela.
Con el arquero Emiliano Martínez como héroe, la Albiceleste venció 4-3 por la tanda de penales tras empatar 2-2 en tiempo extra el viernes por los cuartos de final. Por la misma vía, los sudamericanos habían despachado a la Oranje en las semifinales del Mundial 2014.
La Albiceleste jugará la semifinal por tercera vez en los últimos 32 años ante la vigente subcampeona Croacia, que más temprano le ganó 4-2 Brasil en la tanda de penales.
El arquero argentino atajó de inicio los tiros de Virgil van Dijk y Steven Berghuis, mientras que Lautaro Martínez definió el pleito a favor de los argentinos.
“Estamos en la semifinal porque tenemos pasión y corazón. Estamos ilusionados, igual que la gente”, declaró el arquero Martínez.
Messi, quien marcó de penal durante los 90 minutos y que ejecutó uno de los tiros en la definición, declaró que “no era para ir al alargue ni a los penales, tuvimos que sufrir. Pero pasamos”.
Sobre el próximo rival, Messi avisó que “Croacia demostró que es una gran selección. Por momentos le jugó de igual a igual a Brasil. Es un equipo que viene trabajando con el mismo entrenador hace mucho tiempo y se conocen muy bien”.
Fue un desenlace feliz para una Argentina que tuvo la victoria en un puño, la dejó escapar en la agonía y salió adelante por el temple de su arquero.
Los sudamericanos habían logrado una ventaja de dos goles, pero un doblete del delantero Wout Werghorst llevó el duelo al tiempo extra.
“Este equipo tiene un espíritu de saber afrontar las situaciones”, dijo el seleccionador argentino Lionel Scaloni.
Al final de un primer tiempo sin peligro en las áreas, Argentina abrió el marcador con una asistencia de Messi al lateral Nahuel Molina. El jugador del Atlético de Madrid le ganó el cuerpo a cuerpo al capitán van Dijk y definió con la punta del botín derecho en el estadio Lusail, otra vez con amplia mayoría de fanáticos albicelestes.
El capitán argentino amplió de penal a los 73 minutos tras una infracción de Denzel Dumfries sobre Marcos Acuña. Con este tanto, Messi llegó a los diez goles en mundiales y alcanzó el récord del delantero Gabriel Batistuta como máximo artillero argentino del certamen.
Pero Werghorst, que había ingresado por Memphis Depay a los 78 minutos, devolvió a Holanda a la vida. El gigante de 1,97 metros descontó con un cabezazo picado a los 83 y en el último minuto del tiempo adicional recibió la pelota en el área chica tras un tiro libre por debajo de la barrera y de media vuelta marcó el 2-2.
El partido se había presentado en la previa como una batalla táctica entre el técnico más veterano del Mundial, Louis van Gaal (71), y su colega argentino Scaloni, el más joven del certamen con 44 años.
El primero un innovador y estudioso de la táctica, que fue mutando en su carrera desde un fútbol ofensivo a un juego más conservador. Scaloni, por su parte, siempre atento al rival para definir los intérpretes de su plan de juego.
En tono provocador, Van Gaal se ufanó en la previa de que su Holanda no le había dejado tocar la pelota a Messi en el último duelo hace ocho años en el Mundial de Brasil, que ganaron los sudamericanos por la tanda de penales en la que el arquero Sergio Romero fue la figura. Y advirtió que tenía la receta para volver a mantener a la “Pulga” bajo control y tomarse revancha de lo que había pasado hace ocho años.
“En Brasil tuve la impresión de que íbamos a ganar ese partido”, evocó Van Gaal. “Esta vez no hay nada que reprochar. Los jugadores han luchado hasta el final… Es muy doloroso ver como hemos sido eliminados porque he intentado todo para evitar esta situación”.
En una de sus clásicas jugadas, el crack argentino partió desde la izquierda hacia derecha y dio la estocada al área entre las piernas Nathan Aké. Molina le sacó ventaja al gigante van Dijk y definió con la punta del botín derecho. Fue el primer gol del lateral derecho en 25 partidos con Argentina.
La correcta ejecución de Messi del penal sancionado por la falta de Acuña parecía ponerle sentencia al partido. Fue su cuarto gol en Qatar, el segundo desde los 11 pasos.
A los 78 minutos hubo un punto de quiebre en el partido con el ingreso de Weghorst por Memphis Depay.
El delantero del Beşiktaş turco resucitó a Holanda con un cabezazo y luego fue el receptor de un tiro libre sancionado por el árbitro español Antonio Mateu Lahoz cuando ya se habían cumplido los diez minutos de tiempo adicional, lo cual motivó el enojo de los argentinos. Teun Koopmeiners ejecutó la falta por debajo de la barrera, Weghorst le ganó a la marca de Enzo Fernández y definió cruzado para el 2-2.
“No pueden poner un árbitro así. No estuvo a la altura”, se quejó Messi. ”No quiero hablar del árbitro porque no puedes ser sincero, si hablas te sancionan. La FIFA debe pensar en ello. No puede poner un árbitro así para estas instancias”.
Argentina estuvo más cerca de la victoria en tiempo extra, que finalmente consiguió desde los 11 pasos. Messi, Leandro Paredes, Gonzalo Montiel y el “Toro” Martínez anotaron, mientras Fernández ejecutó desviado.
Para Holanda, que deberá aguardar otros cuatro años para sacarse la espina de tres finales perdidas en 1974, 1978 y 2010, convirtieron Koopmeiners, Werghorst y Luuk de Jong.
El partido deparó una cifra récord de amonestaciones para un partido del Mundial, un total de 17 tarjetas amarillas, incluyendo una para Messi que acabó con sangre en el labio superior de una prórroga que Argentina dominó con claridad.
La derrota marcó el final del tercer ciclo de Van Gaal como técnico de la Oranje y con el detalle que no encajó una derrota al cabo del tiempo reglamentario en los dos mundiales que le tocó dirigir. Argentina y los penales fueron el muro.