Santo Domingo, RD.-El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) anunció un incremento a su tasa de interés de política monetaria en 50 puntos básicos, de 7.25 % a 7.75 % anual.
De este modo, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (repos a 1 día) pasó de 7.75 % a 8.25 % anual y la tasa de depósitos remunerados (overnight), de 6.75 % a 7.25 % anual.
“Esta decisión se basa en una evaluación exhaustiva del comportamiento reciente de la economía mundial y su impacto sobre la inflación, influenciada por los conflictos geopolíticos y el choque de costos global”, leía parte de un comunicado de referida la entidad.
Asimismo, indicaron que la dinámica de los precios continúa afectada por factores externos “más persistentes de lo previsto”, asociados al incremento de los precios del petróleo y de otras materias primas, así como los elevados costos del transporte internacional de contenedores y otras disrupciones en las cadenas de suministros.
Además, afirmaron que la inflación doméstica ha estado influenciada por los efectos de segunda vuelta de estos componentes externos, en la medida que la demanda agregada se ha recuperado de forma notable con relación a los niveles previos a la pandemia.
En particular citaron la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC), que se situó en 0.64 % durante junio de 2022, mientras que la inflación en los últimos 12 meses se ubicó en 9.48 %, moderándose con respecto a su nivel más alto alcanzado en 2022 de 9.64 % en el mes de abril.
De igual forma, la inflación que excluye los componentes más volátiles de la canasta, comienza a dar señales de moderación, al pasar de 7.25 % en el mes de mayo a 7.11 % en junio.
“El Banco Central inició a finales del año 2021 un proceso de normalización monetaria a través de incrementos en su tasa de política monetaria y de reducción del excedente de liquidez del sistema financiero, con el objetivo de contrarrestar las presiones inflacionarias, evitar riesgos de sobrecalentamiento de la economía, así como un deterioro del diferencial con respecto a las tasas de interés externas”, explicó el BCRD.
Luego de estas medidas, de acuerdo con la entidad bancaria, se ha registrado un aumento importante en la tasa de interés pasiva, mientras que el incremento en la tasa de interés activa ha sido más gradual, manteniéndose por debajo de los niveles previos a la pandemia.
Igualmente se ha verificado una moderación significativa en el crecimiento de los agregados monetarios.
De manera similar, tales medidas han revertido la postura monetaria expansiva adoptada durante la pandemia, lo que facilitaría una convergencia gradual de la inflación al rango meta de 4 % ± 1 % durante el horizonte de política monetaria.
En el entorno internacional, la incertidumbre se mantiene elevada debido al enfrentamiento bélico entre Rusia y Ucrania, que ha provocado un deterioro de las proyecciones económicas globales.
En ese sentido, en su informe más reciente de las Perspectivas Económicas Mundiales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó nueva vez a la baja los pronósticos de crecimiento global para el presente año 2022, de 3.6 % a 3.2 %, mientras se siguen incrementando las proyecciones de inflación internacional.
En Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, el crecimiento se ha desacelerado a 1.6 % interanual en el segundo trimestre de 2022, equivalente a una contracción intertrimestral anualizada de 0.9 %.
En este escenario, el FMI moderó las perspectivas de crecimiento de la economía estadounidense a 2.3 % para este año.
Por otro lado, la inflación interanual en ese país alcanzó 9.1 % en junio, más de cuatro veces superior a la meta de 2.0 %.
En este contexto, la Reserva Federal incrementó la tasa de referencia en 75 puntos básicos en julio, acumulando un aumento de 225 puntos básicos en el presente año, a la vez que indicó que estarían realizando ajustes adicionales en lo que resta de 2022.
En cuanto a la zona euro, las previsiones de crecimiento también se han revisado a la baja, con una expansión esperada de 2.6 % en 2022 según el FMI; mientras que la inflación interanual continúa incrementándose hasta 8.9 % en julio, la más alta en la historia de este bloque de países.
En ese contexto, el Banco Central Europeo incrementó la tasa de política monetaria en 50 puntos básicos y anunció que considera apropiado realizar aumentos adicionales en los próximos meses.
También reportaron que en América Latina “casi todos los bancos centrales de la región” acumulan incrementos significativos en sus tasas de referencia desde el año 2021 para enfrentar los elevados niveles de inflación.
Entre los casos citados está Argentina (2,200 puntos básicos), Brasil (1,125 puntos básicos), Chile (925 puntos básicos), Paraguay (725 puntos básicos), Colombia (725 puntos básicos), Costa Rica (675 puntos básicos), Perú (575 puntos básicos), Uruguay (525 puntos básicos), México (350 puntos básicos), Nicaragua (150 puntos básicos) y Guatemala (50 puntos básicos).
Con relación a las materias primas, el precio del barril de petróleo intermedio de Texas (WTI) ha registrado incrementos importantes en los últimos meses, al pasar de un promedio de US$83 durante enero de 2022 a cerca de US$100 por barril durante julio.
En tanto, los precios internacionales de bienes primarios alimenticios, como maíz, trigo, sorgo y soya, se mantienen elevados debido al referido conflicto armado entre dos de los principales productores mundiales de estos ‘commodities’.
No obstante, durante las últimas semanas se ha verificado una disminución en el precio de las principales materias primas ante la moderación de la demanda global y mejorías por el lado de la producción y distribución de estos bienes.
En el entorno doméstico, la economía dominicana mantiene un alto dinamismo, registrándose un crecimiento interanual de 5.8 % durante el mes de junio del presente año, lo que ha permitido que la expansión acumulada durante el primer semestre de 2022 se ubique en 5.6 %, por encima de su potencial.
“La evolución positiva de la actividad económica ha contribuido a una mejoría importante en el mercado laboral”, resaltaron.
A pesar del complejo panorama internacional, los modelos de pronósticos apuntan a un crecimiento económico para el cierre del año 2022 en torno a 5.0 %, una de las expansiones más altas entre las economías emergentes y de la región, cónsono con lo señalado por los organismos internacionales, tales como el FMI y el Banco Mundial.
Como reflejo del impulso de la demanda interna, se ha acelerado el crecimiento del crédito privado en moneda nacional, al expandirse de forma interanual en torno a 13.5 % al cierre de julio, consistente con la expansión del PIB nominal.
Este dinamismo del crédito está impulsado principalmente por el financiamiento al sector agropecuario, consumo, microempresas, adquisición de viviendas, y construcción.
En cuanto a la política fiscal, se destacan las mayores recaudaciones con relación a lo estimado, que han otorgado el espacio necesario para aplicar subsidios y otras medidas orientadas a mitigar el impacto de los mayores precios internacionales de las materias primas sobre la producción nacional y los hogares, especialmente los más vulnerables.
En el sector externo, el BCRD reportó que continúa el comportamiento favorable de las exportaciones y del turismo; así como de las remesas, que superaron los US$4,800 millones durante el primer semestre del año.
La evolución positiva de las actividades generadoras de divisas, ha favorecido la estabilidad relativa del tipo de cambio, reflejada en una apreciación de la moneda local de aproximadamente 5.0 % al cierre de julio, que contribuye a contrarrestar el impacto del componente importado sobre los precios y, por ende, a la convergencia gradual de la inflación a la meta.
Asimismo, se han logrado fortalecer las reservas internacionales hasta ubicarse en torno US$ 14,200 millones, equivalentes a cerca de 13.0 % del PIB y unos seis meses de importaciones, superando las métricas recomendadas por el FMI.
“Es importante resaltar que la economía dominicana se encuentra en una buena posición para mitigar este choque adverso, tomando en cuenta la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos, la resiliencia de los sectores productivos y los altos niveles de reservas internacionales”, destacó el Banco Central.