Con anterioridad, escribimos sobre el Diseño Centrado en Personas, prometimos continuar con este tema, por eso ahora hablaremos de la fase de inspiración de esta metodología utilizada en el desarrollo de proyectos de emprendimiento.
Para crear soluciones significativas, recomendamos empezar con una comprensión profunda de las necesidades de las personas, suele ocurrir que a veces las ideas solamente les gustan a sus creadores, olvidándose del público objetivo.
Durante la fase de inspiración, aprenderemos directamente de las personas para las que estemos diseñando soluciones que satisfagan sus expectativas.
Mediante la empatía, podremos identificarnos con nuestros clientes potenciales, “sentiremos” como ellos para comprender con exactitud qué es lo que exactamente necesitan y cuáles son las razones o emociones que les motivarían a adquirir nuestros productos o servicios.
La fase de inspiración consiste en aprender continuamente de este segmento humano, abriéndonos a diversas posibilidades creativas y confiando en que mientras nos mantengamos apegados a esta premisa, nuestras ideas estarán supuestas a evolucionar hacia la solución correcta.
Concluyendo, la fase de inspiración, consta de los siguientes pasos:
-Escoger un desafío para el diseño.
-Recopilar los pensamientos y opiniones sobre el diseño seleccionado.
-Revisión de la información conocida.
-Recopilar los puntos que desconocemos.
-Revisar las restricciones o barreras que nos impidan avanzar con el diseño.
Para abarcar la mayor cantidad posible de opciones, nos podemos apoyar en la técnica de tormentas de ideas, junto con nuestro equipo y demás involucrados.
Por Iván de Paula
*El autor es Ingeniero de Sistemas, con maestría en Gerencia y Productividad.