La Reserva Federal de Estados Unidos anunció este miércoles el mayor aumento de las tasas de interés en casi 30 años.
Como parte de su estrategia para detener el incremento de la inflación, el banco central estadounidense elevó la tasa de referencia de los préstamos en 0,75 puntos porcentuales, a un rango entre 1,5% y 1,75%.
El incremento, el tercero que hay desde marzo, se produce después de que la inflación aumentara inesperadamente el mes pasado. Es probable que haya más aumentos, dijo la Reserva Federal.
La última vez que la Fed anunció una subida de tipos de esta magnitud fue en 1994.
Los pronósticos de la institución indican que las tasas de interés alcanzarán el 3,4% para fines de año, un movimiento que afecta a los estadounidense en aspectos como mayores costos de endeudamiento para tarjetas de crédito o hipotecas.
Respuesta a la inflación
En Estados Unidos, que recortó las tasas para respaldar la economía cuando golpeó la pandemia en 2020, la Reserva Federal ya subió las tasas dos veces este año, en 0,25 puntos porcentuales en marzo y otro medio punto en mayo.
En ese momento, el presidente de la institución, Jerome Powell, dijo que sus análisis no estaban considerando aumentos más pronunciados.
Pero las cifras del pasado viernes, que mostraron que la inflación estadounidense subió al 8,6% en mayo, el ritmo más rápido desde 1981, llevaron al panel de expertos de la Reserva Federal a actuar de manera más agresiva.
«La inflación sigue siendo elevada, lo que refleja los desequilibrios de oferta y demanda relacionados con la pandemia, los precios más altos de la energía y las presiones de precios generales», dijo el banco en un comunicado al final de su última reunión de dos días en Washington.
«El comité está fuertemente comprometido a devolver la inflación a su objetivo del 2%», añadió.
Muchos analistas dicen que la Fed está luchando por ponerse al día, después de que la inflación comenzara a crecer en EE.UU. el año pasado, debido a un repunte económico más fuerte de lo esperado tras la pausa de la pandemia de covid-19.
Con el aumento de la demanda, ayudada por los billones de dólares que inyectó el gobierno estadounidense en la economía, incluidos cheques directos a los hogares, las autoridades pensaron inicialmente que los aumentos de precios eran transitorios.
Pero los problemas han demostrado ser persistentes, ya que los nuevos brotes de variantes del virus y los parones que generan, continúan interrumpiendo la actividad, y la guerra en Ucrania impulsa al alza los precios mundiales de los alimentos y la energía.
Encuestas recientes sugieren que la gente en general espera que el problema siga empeorando, a pesar de las promesas.
«La Fed está bajo presión y enfrenta una prueba de credibilidad por la inflación», dijo el economista David Beckworth, investigador del Centro Mercatus de la Universidad George Mason.
Fuente: BBC Mundo