El exministro de Agricultura, Tito Hernández culpó de la carestía de los alimentos a la pobre planificación de las autoridades del sector, las cuales no han sabido marchar al ritmo de las necesidades del país, según dijo durante su entrevista en el programa La mañana 002, de Leonardo Ortiz, por Fiebre 94.7 FM.
Sostuvo y documentó su afirmación, apoyándose en los datos que hablan del decrecimiento de la producción agropecuaria en la participación del Producto Interno Bruto, que según el Banco Central, apenas llegó a 1.5 %, entre enero y abril de este año.
Expresó Tito Hernández que por este motivo son 150 mil millones de pesos más que estamos gastando en comida y que antes no la comprábamos, lo que se refleja en importaciones innecesarias si fuéramos autosuficientes, como tenemos las condiciones.
“No somos autosuficientes si entendemos por autosuficiencia el que tú no tienes que ir a comprar a otro sitio lo que necesitas. República Dominicana tiene 30 millones de tareas productivas, de las cuales se están utilizando apenas 12 millones de tareas de tierra. Si duplicáramos el área de siembra, suponiendo que le diéramos utilidad a 20 millones de esas tierras disponibles, produciríamos alrededor de 40 mil millones de pesos en alimentos agrícolas, con un financiamiento al sector agropecuario equivalente a 13 o 20 mil millones adicionales de pesos”, puntualizó el también exsenador por San Cristóbal.
El ingeniero agrónomo argumenta que si tomamos en cuenta que las importaciones le cuestan al país alrededor de 150 mil millones de pesos, casi ocho veces más de lo que le costaría al Gobierno aumentar la producción agropecuaria al nivel local, se vería mejor la necesidad de planificarnos para colocar en las mesas dominicanas todo aquello que estamos trayendo de fuera a un alto costo.
Ilustró su aseveración con un ejemplo muy sencillo, preguntando cuánto costaría un tractor para arar la tierra, para enseguida responderse: alrededor de 3 millones de pesos, lo que multiplicado por mil tractores para acondicionar y arar la tierra gratis a los campesinos, y darle semillas gratis, significaría que este país explote en producción agropecuaria.
“El dinero que deberíamos usar para incentivar la producción agropecuaria, lo estamos usando para las importaciones. Nosotros producimos 17 millones de pollos mensuales, cuando contamos con una capacidad productiva de 25 millones al mes, que si la aprovecháramos como sería lo factible y procedente, nos convertiríamos en el gran productor y exportador en El Caribe y en América de carne de pollo”, precisó Hernández.
A la pregunta de su interlocutor sobre si esas afirmaciones significaban que existían ineficiencias en el equipo que maneja la política agropecuaria gubernamental, Tito adujo que así era efectivamente, argumentando la carencia de visión y conciencia sobre lo que hay que hacer por parte de esas autoridades.
En otro orden, cuestionado por el entrevistador sobre por qué siendo amigo del expresidente Hipólito Mejía exponía públicamente los errores y las deficiencias de uno de sus pupilos al frente del Ministerio de Agricultura, el señor Limber Cruz, el exministro de esa misma cartera dijo: “Te voy a contestar como dijo Balaguer una vez: Yo quiero mucho a Hipólito, pero amo más a mi país”.