Al menos ocho personas murieron este sábado y siete más resultaron heridas tras un tiroteo que tuvo lugar en un centro comercial de la ciudad de Allen, en Texas, en el sur de Estados Unidos.
Según el jefe del Departamento de Policía de Allen, Brian Harvey, el tirador fue neutralizado por un policía que estaba en el centro comercial tras una llamada no relacionada.
Cuando escuchó los disparos, el policía “vio” y luego “neutralizó” al sospechoso antes de llamar a las ambulancias, que evacuaron a varios heridos.
Seis personas y el atacante fueron encontradas muertas en el lugar, mientras que nueve fueron transportadas a hospitales y dos de ellas fallecieron en el centro médico.
Las llamadas de auxilio llegaron cerca de las 15.40 horas, luego de que se registraron los primeros disparos. Imágenes difundidas en redes sociales muestran a la gente en el interior del establecimiento corriendo por los pasillos y huyendo de los locales que cerraban sus persianas al oír las balas.
Momentos después de las llamadas, más de 30 vehículos de la Policía se presentaron en el lugar y los oficiales asistieron en la evacuación de los civiles. Pidieron, también, mantenerse lo más alejados de la zona en tanto se contenga la situación.
“Vimos a la policía afuera de la puerta y nos dijeron que teníamos que irnos y que todavía estaban buscando a la persona”, comentó Jaynal Pervez a la cadena KTVT mientras que Tony Wright, vecino de la zona, declaró que, en un primer momento, su familia creyó que se trataba de una obra en construcción.
“Todos pensaron que estaban martillando”, explicó pero sumó que al ver cómo todos huían entendieron que se trataba de disparos.
“Las fuerzas del orden están en la escena en Allen Premium Outlets. Una investigación activa está en marcha”, escribió en Twitter el Departamento de Policía local.
Según la información que recogió el portal de noticias BNO, el hombre llegó en su automóvil pasadas las 15:00 horas y se detuvo en la tienda H&M del lugar. Inmediatamente después, salió de su vehículo y abrió fuego indiscriminadamente contra las personas.
Fontayne Payton, de 35 años, estaba en la tienda cuando oyó los disparos: “Era tan fuerte que parecía que estaba fuera”. “La gente se dispersó antes de que los empleados llevaran a todos a los probadores y luego a un cuarto trasero cerrado con llave”, narró y comentó que al salir del local vio cadáveres en la calle. “Rezaba para que no fueran niños, pero parecían niños. Me quedé helado”, comentó a la agencia The Associated Press.
También se vio gran presencia de ambulancias de ciudades vecinas y las fuerzas de la oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos que están registrando por precaución el vehículo del atacante, ya identificado. Videos difundidos en redes sociales muestran manchas de sangre y al menos cuatro sábanas blancas cubriendo cuerpos.
El sheriff del condado de Collin sí pudo confirmar, sin embargo, que el tirador murió pero se desconoce en qué condiciones ocurrió. Un miembro de la policía dijo a CNN que mantenían una búsqueda abierta por un segundo atacante, basada en declaraciones de testigos y sus descripciones, aunque más tarde Keith Self, representante del área que abarca al centro, anunció que fue suspendida y confirmó que el atacante actuó solo.
Payton mencionó, también, que al salir de H&M vio un cuerpo corpulento vistiendo ropa negra que, a diferencia del resto, no había sido cubierto con una tela blanca. Entonces, asumió que se trataba del tirador.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, se refirió a este episodio como una “tragedia indescriptible” y mencionó en un comunicado que “nuestros corazones están con la gente de Allen”. Manifestó, asimismo, su solidaridad con las autoridades locales y ofreció su ayuda.
“Estoy en contacto con el alcalde Fulk y el director del DPS, McCraw, así como con otros funcionarios y les he ofrecido todo el apoyo del estado de Texas para garantizar la asistencia y los recursos necesarios”, sumó.
Allen está ubicado 40 kilómetros al norte del centro de Dallas y tiene unos 105.000 habitantes.
En lo que va del año, Estados Unidos ya sufrió al menos 198 tiroteos masivos, según informó la organización Gun Violence Archive, la cifra más alta para este mes del año desde 2016.
Esta cifra acompaña la escalofriante estadística que muestra que en el país hay más armas de fuego que habitantes y que da, como consecuencia, la mayor tasa de muertes por esta causa entre los países desarrollados.