Anticipándose a una oleada de inmigrantes de Haití, el gobierno de EE.UU. está considerando su retención temporal en un tercer país o duplicar la capacidad de un centro de detención en la Bahía de Guantánamo, Cuba, como una de las opciones, informó NBC News el martes, citando a dos funcionarios y un documento interno.
El Consejo de Seguridad Nacional (NSC, por sus siglas en ingles) de la Casa Blanca ha preguntado al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su siglas en ingles) qué número de inmigrantes haitianos requeriría que Estados Unidos designara un tercer país, para retener y procesar a los haitianos entrantes. Los inmigrantes serían enviados a Guantánamo solo si y cuando ese tercer país se vea abrumado, según NBC.
La base militar de EE.UU. en la Bahía de Guantánamo tiene actualmente un centro de detención con capacidad para albergar a unos 200 migrantes, y la Casa Blanca está considerando duplicar esa capacidad.
El gobierno del presidente Joe Biden consideró por última vez usar Guantánamo para la migración desbordada en septiembre de 2021, cuando unos 15.000 haitianos cruzaron la frontera entre Estados Unidos y México en Texas y establecieron una ciudad de tiendas de campaña debajo de un puente de carretera. Sin embargo, la idea fue rotundamente denunciada por los demócratas, quienes pensaron que el lugar bajo consideración era el campamento para albergar a sospechosos de terrorismo.
El Centro de Operaciones de Migrantes en Guantánamo existe desde hace más de 30 años y es diferente del cercano Camp Delta, que se utiliza para albergar a presuntos terroristas. Hasta 12.000 haitianos fueron alojados allí después del golpe de 1991. La Guardia Costera de EE.UU. actualmente usa la instalación para retener a los migrantes que rescata en el mar en el Caribe.
A finales de septiembre, bandas violentas que pretendían derrocar al Gobierno de Haití bloquearon por tierra el principal punto de suministro de combustible del país, impidiendo que saliera del depósito y frustrando las esperanzas de quienes pretendían salir del país en barco.
La Casa Blanca predice que cuando el combustible deje de estar bloqueado y los migrantes puedan comprar gasolina para alimentar las embarcaciones, podría producirse un éxodo masivo de haitianos que intenten realizar el peligroso viaje a Estados Unidos por mar, según los funcionarios estadounidenses.
Haití ha estado en crisis política desde que el presidente Jovenel Moise fue asesinado en julio. Desde entonces, los problemas económicos han provocado que manifestantes armados establezcan barricadas y exijan la renuncia del primer ministro Ariel Henry.
El gobierno solicitó oficialmente la intervención militar extranjera el mes pasado, pero Estados Unidos ha tenido problemas para establecer una coalición dispuesta a enviar soldados a la isla.
“No ha habido ningún progreso en lograr que los socios se ofrezcan como voluntarios. Nadie está dando un paso al frente”, informó la semana pasada el Miami Herald, con sede en Florida, y señaló que Brasil, Canadá y Francia se han negado a enviar tropas. Washington también está tratando de posponer cualquier movimiento importante hasta después de las elecciones intermedias del 8 de noviembre.
Mientras tanto, el Consejo de Seguridad Nacional ha organizado una “serie de reuniones” con los departamentos de Estado, Defensa y Seguridad Nacional en previsión de un “éxodo masivo” de Haití.