El banquero Cai Guohua, antiguo presidente del banco Hengfeng, fue condenado a muerte con una suspensión de dos años por malversación de fondos, abuso de poder, corrupción y recibo de sobornos y préstamos ilegales.
El Tribunal Popular Intermedio de la ciudad de Dongying, en la provincia oriental de Shandong, explicó en un comunicado difundido a través de la red social Weibo que si Cai no comete más delitos en los próximos dos años su pena será conmutada por cadena perpetua.
La corte añade que sus derechos políticos han sido suspendidos de por vida y sus propiedades confiscadas.
El fallo del tribunal incide en que Cai se aprovechó de su posición para “ocupar ilegalmente propiedades del banco en beneficio propio”, y que su conducta es constitutiva de los delitos mencionados.
Según sostiene el diario oficial Global Times, Cai es “uno de los banqueros más corruptos de la historia” y se habría adjudicado sumas que superan los 10.300 millones de yuanes (1.540 millones de dólares).
El banco Hengfeng, con sede en Shandong, comenzó un proceso de reestructuración en 2017, cuando los organismos reguladores chinos lanzaron una campaña para frenar los riesgos financieros en el sector bancario, informó el medio local Caixin.
El año pasado, el predecesor de Cai en el banco Hengfeng, Jiang Yunxi, también fue declarado culpable de corrupción y condenado igualmente a muerte con una suspensión de dos años.
Hengfeng es el mayor de los tres bancos regionales rescatados por Pekín en 2019, con activos por valor de 1,4 billones de yuanes (200 millones de dólares aproximadamente). Además de esta entidad, el régimen chino ha intervenido también el Baoshang Bank y Bank of Jinzhou.
Los rescates de estos bancos provocaron preocupaciones entre los inversores acerca de la fragilidad del sistema bancario chino, al mismo tiempo que Pekín intenta poner fin a mecanismos de financiación de mayor riesgo que habían venido siendo utilizados por estas entidades y el sector privado.