CARACAS (AP) — La Fiscalía General de Venezuela informó el viernes de la condena a 25 años de cárcel a los hermanos Natalia y Guillermo Améstica por el asesinato del rapero venezolano Tirone González, conocido como Canserbero, en un controvertido proceso judicial que comenzó con la tesis de que había muerto por suicidio en 2015.
La mánager del artista, Natalia Améstica, se declaró culpable del homicidio del artista y de su propia pareja, el productor Carlos Molnar, ante un juzgado penal el jueves por la noche, por lo que la fiscalía considera que se logró el “total esclarecimiento” del caso, en palabras del fiscal general, Tarek William Saab ante la prensa.
Por la admisión de los hechos, la pena contra Améstica fue rebajada a 25 años de prisión, cinco menos que la pena máxima prevista en las leyes venezolanas. La productora chilena confesó en un vídeo, difundido en diciembre por la Fiscalía, que mató a Canserbero porque no quería pagarle una gira que ella organizó en Chile y en Argentina y por negarse a mantener la relación profesional.
La fiscalía originalmente manejó la versión del suicidio del artista, considerado uno de los mejores raperos en español, quien supuestamente se lanzó del décimo piso de un edificio, localizado en la ciudad central de Maracay, a unos 150 kilómetros al oeste de Caracas. Tenía 27 años.
En el vídeo de confesión, Améstica aseguró que Canserbero “no quería que lo manejara”, en referencia a su carrera musical, y que se negaba a pagar “lo que me debían” por su inversión en la gira.
El caso ya se había reabierto a inicios de noviembre de 2023 con la imputación a Améstica y su hermano Guillermo, quien le ayudó a simular que la muerte fue producto de una riña, en la que el rapero asesinó a Molnar —pareja de Améstica y bajista de la banda de reggae Zion TPL— y luego se suicidó.
Los hermanos Améstica fueron condenados por los delitos de “homicidio calificado por motivos fútiles y con alevosía en grado de complicidad, simulación de hecho punible y agavillamiento (asociación ilegal para cometer delitos)”. El hermano de la representante del cantante también se declaró culpable.
El fiscal general Saab dijo que la confesión se obtuvo luego de un interrogatorio de 12 horas, que se realizó entre el 18 y 19 de diciembre y en la que él mismo participó. Acotó que hasta el momento se han realizado 154 diligencias.
Además, están vinculadas otras siete personas, entre ellos varios agentes policiales, acusados de ayudar a alterar la escena del crimen ocurrido el 20 de enero de 2015.
En la confesión, la mánager de Canserbero narró cómo la noche en que se debía grabar un video en su departamento, aprovechó para alterar un té colocándole “dos blísteres” de un medicamento para la ansiedad e insomnio. La mujer fue a la cocina —según relató— y se acercó a Molnar para conversar, cuando ya estaba somnoliento con un cuchillo “lo ataqué en el cuello, en el brazo y la espalda”.
Al salir del lugar, continúa, se encontró con el rapero, quien estaba dormido en un mueble por efecto de las pastillas y fue cuando lo “atacó con dos puñaladas en el costado”.
Améstica indicó que pidió ayuda a su hermano, quien llegó cerca de la medianoche acompañado de tres funcionarios conocidos, de un cuerpo policial que no mencionó, para terminar de arreglar la escena para que “fuera un homicidio-suicidio”.
A la pareja de Améstica, su hermano le da varias apuñaladas adicionales y al cuerpo de Tirone le da con tubo en la cara, contó su hermano. El objetivo era simular una pelea.
Según su explicación, las personas que llegaron después a la escena le indicaron cómo tirar el cuerpo por la ventana.
Guillermo Améstica ratificó esa versión también en una confesión grabada. Agregó que, tras avisar a las autoridades, arribó el personal del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), quienes notaron ciertas irregularidades y solicitaron un pago único para acabar de arreglar la escena.
Según Natalia Améstica, su hermano también hizo arreglos con fiscales para ratificar la hipótesis del suicidio.
La mánager huyó después hacia Chile, según confesó, y retornó a Venezuela por un llamado de la Defensoría del Pueblo, a la que acude con la confianza de que fiscalía “decía que era homicidio-suicidio”.
Además de los tres agentes del CICPC, dos fiscales del Ministerio Público están siendo buscados. También fue imputada la patóloga Solange Mendoza, que estuvo a cargo de realizar la autopsia a los dos cuerpos, acusada de los delitos de obstrucción a la justicia, encubrimiento y asociación para delinquir. La patóloga “obvió las dos puñaladas” que recibió el cantante para que cuadrara con la teoría del suicidio.