En el mundo se trabaja incansablemente para luchar contra el coronavirus y el testeo es una de las claves para contener el brote, según la Organización Mundial de la Salud. Pero el proceso incluye hacerse la prueba, hacer que la muestra sea procesada y luego entregar los resultados.
Ahora, un científico norteamericano ha desarrollado una nueva tecnología que puede producir un diagnóstico en cuestión de segundos y con una precisión del 98 por ciento.
Barath Narayanan, un científico del Instituto de Investigación de la Universidad de Dayton, en Ohio, ha diseñado un código de software específico que puede detectar la enfermedad con sólo escanear radiografías de tórax.
El proceso utiliza un algoritmo de aprendizaje que fue entrenado usando escaneos de aquellos con y sin la enfermedad para buscar marcas asociadas con el coronavirus.
«Lo que eso significa es que el software ha decidido que algo está ahí, en esa región en particular, y ese algo en particular cumple con sus criterios para clasificar la imagen como si tuviera marcas de COVID-19, en contraposición a no tener COVID-19, o en contraposición a tener otra enfermedad pulmonar», explicó Narayanan.
“Usando el aprendizaje profundo, una rama de la inteligencia artificial, el algoritmo se enseñó a sí mismo a identificar estas marcas. A medida que ha continuado entrenándose con rayos X adicionales en mi investigación en curso, su tasa de precisión ha pasado del 98 por ciento a más del 99 por ciento”, agregó.
El experto explicó que «las herramientas de diagnóstico basadas en software pueden servir como una valiosa y virtual segunda opinión para los profesionales médicos, especialmente en partes del mundo donde los equipos médicos tienen poco personal”.
Según detalló, con investigación adicional, estas tecnologías pueden ser ajustadas para detectar incluso las más pequeñas anomalías en las imágenes, las que son difíciles de ver con el ojo humano, ayudando a los médicos a diagnosticar y tratar a los pacientes más rápidamente.
Este no es el primer proyecto de Narayanan, de hecho lleva años trabajando con la inteligencia artificial “con la esperanza de desarrollar tecnología que ayude a los profesionales de la salud a diagnosticar y tratar a los pacientes con mayor rapidez.”
Ha desarrollado con éxito códigos de software que detectan cáncer de pulmón y de mama, malaria, tumores cerebrales, tuberculosis, retinopatía diabética y neumonía, todo ello con una precisión del 92 al 99 por ciento.
Solo tres días después del hallazgo, el software fue adquirido por la compañía de desarrollo de Carolina del Sur Blue Eye Soft.
El propietario de Blue Eye Soft, Srikanth Kodeboyina, y su equipo desarrollaron aún más la tecnología, y planea presentar una propuesta completa a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU para su aprobación “en cuestión de días”. Es más, ya comenzaron los trámites para una patente provisional.
«Esperamos poder llevar esta nueva herramienta al mercado muy rápidamente», dijo Kodeboyina en un comunicado, y añadió que a la plantilla estable de su empresa, unos 40 empleados, se han unido «virtualmente» en los últimos días más de 100 profesionales con sede en Singapur, India y en todo Estados Unidos, aportando su experiencia en una variedad de campos.
Test rápidos
Hasta ahora, lo más promisorio en cuanto a la detección del virus son los llamados test rápidos, que permiten conocer «in situ» los resultados en menos de una hora, en contraste con las esperas de horas o días de las pruebas que se deben enviar a un laboratorio.
El pasado 22 de marzo, la FDA -la agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, medicamentos, cosméticos, aparatos médicos, productos biológicos y derivados sanguíneos- aprobó el uso de emergencia de una prueba desarrollada por el laboratorio Cepheid que permite diagnosticar en aproximadamente 45 minutos el coronavirus.
Seis días más tarde, la agencia dio luz verde a un test fabricado por Abbot que da los resultados en menos de 5 minutos, aunque también lo autorizó solo para uso de urgencia. Esa farmacéutica precisó que puede ofrecer resultados positivos en cinco minutos, y negativos en trece.
La farmacéutica aseguró además que tiene intención de entregar 50.000 pruebas diarias al sistema sanitario del país. Asimismo, indicó que espera producir en torno a 5 millones al mes.
Aún así, muchos estados no están siendo capaces de realizar todos los tests pertinentes o se les acumulan las muestras a analizar en los laboratorios, por eso el hallazgo de la Universidad de Dayton podría ser un quiebre en la detección del COVID-19.