Puerto Príncipe, Haití.-La Policía Nacional de Haití detuvo al padre Frantz Cole, tras ser interrogado en relación al contrabando de armas y municiones, a mediados de julio”, dijo a Le Nouvelliste el inspector de división Garry Desrosiers.
El padre Frantz Cole no había respondido a las citaciones anteriores de la policía judicial.
De acuerdo con el diario haitiano, en este caso fueron aprehendidas dos mujeres, entre ellas Gina JL Colls, la agente de aduanas.
“La policía busca activamente a otro sospechoso, un ciudadano de Zimbabue, Vundla Sikhumbuzo”, añadió.
La Iglesia Episcopal presentó una denuncia y señaló que no había importado libre de impuestos el contenedor que contenía las armas y municiones.
El inventario parcial de la búsqueda de un contenedor en el puerto de Port-au-Prince condujo a la incautación de 18 armas automáticas, incluidos seis AK-47, Galils y M-4, un rifle calibre 12, cuatro a seis puños, casi 20.000 cartuchos, 120 cargadores de armas de diferentes calibres, había confiado al Nouvelliste el comisionado de gobierno en el tribunal de primera instancia de la capital, Jacques Lafontant, el jueves 14 de julio de 2022.
“Es el resultado del inventario parcial de un solo contenedor. Hay tres más para revisar mañana por la mañana o pasado mañana”, dijo.
“El contenedor estaba destinado a la Iglesia Episcopal de Haití. Esto es lo que podemos leer en el manifiesto. La persona que estuvo a cargo de recibir el contenedor, el agente de aduanas, es la señora Gina JL Rolls”, explicó Jacques Lafontant. ¿Tiene la Sra. Rolls experiencia en la limpieza de [paquetes] para la Iglesia Episcopal? “Ciertamente, según ha confirmado el director de aduanas”, respondió el comisionado de gobierno.
Las autoridades federales de Estados Unidos expresaron ayer su preocupación por el “sustancial incremento” del tráfico de armas de fuego desde el sur de Florida a Haití, además de otras naciones caribeñas, un contrabando que abarca incluso rifles de alto calibre, según un cable difundido por la agencia EFE.
Durante una conferencia de prensa en Miami, Anthony Salisbury, el agente especial a cargo en esa ciudad del sur de Florida de la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés), puso de relieve no solo el aumento del número de armas confiscadas en los últimos meses sino el calibre de las mismas.
Parte de las armas confiscadas, entre las que destacaban rifles de francotirador calibre 50, que pueden hacer disparos de hasta 1.800 metros de alcance y con un precio de hasta 60.000 dólares en el mercado negro.
“En las manos equivocadas, estas armas son capaces de causar una destrucción incalculable. En las manos equivocadas, estas armas pueden fácilmente causar muchas bajas”, alertó el agente especial, quien no reveló el número exacto de armas confiscadas ni los operativos realizados en los pasados meses por haber una investigación en curso.