Por órdenes del presidente Joe Biden, Estados Unidos derribó recientemente tres objetos que sobrevolaban su espacio aéreo: un presunto globo espía chino en la costa de Carolina del Sur y un par de objetos voladores que no han sido claramente identificados y que volaban sobre el cielo de Alaska y el lago Hurón, en Michigan.
Además, un avión caza estadounidense derribó otro objeto sobre el lago Yukón, en Canadá, por órdenes del primer ministro de ese país, Justin Trudeau.
Hasta el momento las autoridades no han detallado de qué tipo de objetos se trata, pero si bien con respecto al globo chino el Pentágono asegura que formaba parte de un gran programa de vigilancia, el jueves el presidente Biden dijo sobre los otros objetos derribados que probablemente se trataba de globos de compañías privadas, de investigaciones climáticas o simplemente, de aficionados.
Tom Medlin, propietario del podcast Amateur Radio Roundtable, transmitido desde Tennessee, y quien es aficionado a los globos aerostáticos, dijo que ha estado en contacto con un club de Illinois que cree que el objeto derribado en el Yukón era uno de sus globos.
Medlin dijo que el club había seguido el desplazamiento del artefacto y que este desapareció sobre el Yukón el mismo día que fue derribado un objeto no identificado en la zona.
Sin embargo, tras la repercusión que ha tenido la noticia, desde el club de aficionados de Illinois, el Northern Illinois Bottlecap Balloon Brigade, aclararon en un comunicado que “hasta que no se confirme (…) cualquier afirmación de que nuestro globo estuvo involucrado en ese incidente no está respaldada por hechos”.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo el viernes que el gobierno de Biden no logró confirmar las versiones de que el objeto pertenecía al club de aficionados de Illinois. Kirby afirmó que los restos no se han recuperado aún y que “todos debemos aceptar la posibilidad de que tal vez no podamos hacerlo”.
Funcionarios estadounidenses dijeron el viernes que pusieron fin a la búsqueda de los restos de los objetos voladores derribados en Alaska y el lago Hurón debido a que no se encontró nada. En cambio, la búsqueda de los restos del objeto derribado en el Yukón continúa.
Para Tom Medlin, «el globo espía tenía que ser derribado”. “Se trataba de una amenaza a la seguridad nacional, sin duda. Lo que sucedió después, creo, es que el gobierno se puso un poco nervioso. El calificativo indicado quizá sea gatillo fácil. No lo sé. Cuando los derribaron, no sabían de qué se trataba. Eso es algo preocupante”, añadió.
Algo que ha llamado la atención y suscitado críticas a una supuesta reacción exagerada o absurda por parte del gobierno es el hecho de que para derribar el artefacto, que según el propio Biden parecía ser comercial o de investigación, se empleara un misil que cuesta más de 400 mil dólares.
Kirby, en cambio, rechazó que haya sido una reacción desmesurada la decisión de Biden de utilizar misiles de cientos de miles de dólares para derribar lo que se trataba muy posiblemente de globos de menos de 20 dólares sin una amenaza latente.
“Definitivamente no”, aseguró Kirby. “Dada la situación en la que nos encontramos, la información disponible y la recomendación de nuestros comandantes militares, se hizo exactamente lo correcto en el momento correcto”.
El precio de los llamados picoglobos oscilan entre 12 y 180 dólares
Aunque por ahora no se ha especificado qué tipo de artefactos eran los derribados recientemente y el club de aficionados de Illionois ha pedido no dar por sentado que se trata de su globo hasta que no haya pruebas, las descripciones de los tres objetos no identificados derribados el 10 y 12 de febrero coinciden con las formas, altitudes y cargas útiles de los pequeños picoglobos, que generalmente se pueden comprar por entre 12 y 180 dólares cada uno, según el tipo, detalló la publicación especializada Aviation Week.
Fuente: univision.com