El Papa Francisco fue operado con éxito de un problema de colon en el hospital Policlínico Gemelli de Roma, donde fue ingresado la tarde de este domingo, informó el Vaticano.
Matteo Bruni, un portavoz de El Vaticano, había explicado que Francisco, de 84 años, sufre de «una estenosis diverticular sintomática del colon», una inflamación. La operación fue llevada a cabo por el doctor Sergio Alfieri, jefe del departamento de cirugía digestiva del hospital.
La estenosis diverticular causa recurrente dolor abdominal e inflamación del colon. Se trata de la primera vez en la que el Papa ingresa en un hospital desde que fue elegido como Pontífice en 2013.
El anuncio de la operación causó sorpresa, ya que se desconocía que Francisco, que esta misma mañana compareció ante los fieles en la plaza de San Pedro del Vaticano para el rezo dominical del Ángelus, tuviese que ser operado, incluso aunque la intervención estuviese programada.
Según expertos en el aparato digestivo, el objetivo de este tipo de cirugía es reducir los problemas causados por los divertículos, que son pequeñas hernias en la pared del colon con un amplio espectro de manifestaciones clínicas incluyendo hemorragia, inflamación (diverticulitis) o las complicaciones asociadas a la misma (obstrucción o perforación).
La enfermedad diverticular de colon es muy común en la sociedad occidental y afecta casi a un 65% de la población a los 85 años de edad, según las mismas fuentes. En los últimos tiempos, Francisco ha sufrido varios ataques de ciática que le han obligado a posponer algunos actos, pero se le desconocen otras enfermedades, salvo de las que él mismo ha hablado en el pasado.
En una entrevista con el periodista y médico argentino Nelson Castro en Roma, en 2017, el Pontífice dio detalles de la operación a la que fue sometido en 1957, cuando era un seminarista de 21 años, para extirparle el lóbulo superior del pulmón derecho en el que le habían detectado tres quistes, y de una posterior de vesícula, cuando ya era superior provincial de los jesuitas.
También refirió un problema cardíaco en 2004 y contó que siendo ya Papa le diagnosticaron hígado graso, que superó con una dieta especial que le hizo además bajar de peso. Detalló asimismo que tiene una estrechez en el espacio intervertebral entre la cuarta y la quinta vértebra lumbar, y entre ésta y el sacro, y que padece de pie plano, por lo que a veces se lo ve caminar «como una gallina clueca».
Viaje en septiembre a Eslovaquia
Además, esta mañana ha anunciado que va a viajar a Eslovaquia del 12 al 15 de septiembre próximo, tras concelebrar la mesa final del Congreso Eucarístico Internacional que tendrá lugar en Budapest.
«Me siento orgulloso de anunciar que del 12 al 15 de septiembre próximo, si Dios quiere, me desplazaré en Eslovaquia para hacer una visita pastoral», dijo al término del rezo dominical del Ángelus ante las decenas de personas reunidas en la plaza de San Pedro del Vaticano para escucharle.
Francisco explicó que antes del inicio de la visita concelebrará en Budapest la mesa final del Congreso Eucarístico Internacional y quiso dar las gracias a todos los que están preparando el viaje.
El portavoz vaticano, Matteo Bruni, precisó en un comunicado que «por invitación de las Autoridades civiles y de las Conferencias episcopales, el domingo 12 de septiembre de 2021, el Papa viajará a Budapest con ocasión de la Santa Misa conclusiva del 52º Congreso Eucarístico Internacional».
«Sucesivamente, del 12 al 15 de septiembre de 2021, viajará a Eslovaquia, visitando las ciudades de Bratislava, Preov, Koice y Šatin. El programa del viaje será publicado a su tiempo», añadió.
El anuncio del viaje realizado por el Papa fue acogido con vítores entre los presentes en la plaza de San Pedro, ante lo que el papa exclamó: «están contentos los eslovacos», además de enviar un saludo a todos los fieles.
Durante el Ángelus, Francisco se refirió a la necesidad de superar la «comodidad de la costumbre» y «la dictadura de los prejuicios», que son «un riesgo que todos corremos: pensamos que sabemos mucho de una persona, la etiquetamos y la encerramos en nuestros prejuicios».