El presidente electo de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, pidió la liberación del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, de la prisión británica de máxima seguridad de Belmarsh.
Assange ha estado detenido desde 2019 y está esperando su extradición a los EEUU, donde enfrenta hasta 175 años de prisión por la publicación de material clasificado.
Lula publicó en Twitter el martes, una foto de sí mismo estrechando la mano de la editora en jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, con el embajador de WikiLeaks, Joseph Farrell, parado cerca.
Los máximos representantes de la organización de denuncias llegaron al país latinoamericano con la expectativa de sostener también una reunión con legisladores brasileños.
Según el texto adjunto, los dos informaron al funcionario brasileño sobre la situación de salud de Julian Assange y su lucha por la libertad. Lula da Silva, a su vez, pidió a sus invitados que transmitieran su solidaridad con el fundador de WikiLeaks encarcelado. También expresó su esperanza de que Assange sea liberado de su injusto encarcelamiento.
En su propio tuit, Hrafnsson dijo que había tenido una reunión privada con el presidente electo de Brasil, a quien agradeció su “apoyo continuo” y lo describió como un “verdadero hombre de pasión, visión y simpatía”.
Varios medios de comunicación informaron que la delegación de WikiLeaks planeaba reunirse el martes con Humberto Costa, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Senado brasileño, así como con legisladores de la cámara baja.
Los representantes del denunciante supuestamente discutieron con los parlamentarios una serie de pasos que estos últimos podrían tomar, incluido el envío de una carta a la embajada de EEUU en Brasilia instando a Washington a retirar los cargos contra Assange.
Lula da Silva, quien fue elegido presidente a fines de octubre en una reñida carrera contra el actual presidente derechista Jair Bolsonaro, ha sido durante mucho tiempo un partidario de Assange.
Assange ha estado en la prisión de alta seguridad de Belmarsh en Gran Bretaña desde abril de 2019, cuando fue retirado de la embajada ecuatoriana en Londres después de que Quito revocara su estatus de asilo.
El periodista, cuya salud se ha deteriorado gravemente bajo custodia del Reino Unido, espera su extradición a Estados Unidos. Allí enfrenta una sentencia de 175 años por cargos de filtración de documentos secretos que recibió de un analista del Ejército de Estados Unidos que alegan crímenes de guerra de esa nación en Irak y Afganistán.
Los partidarios de WikiLeaks insisten en que Assange simplemente estaba practicando el periodismo al publicar los documentos, que fueron redactados para eliminar información confidencial. Los activistas afirman que Washington tomó represalias contra el medio y su fundador por exponer sus propios crímenes de guerra.
Fuente: rt.com