El presidente sirio Bashar al-Assad ha recibido asilo en Rusia y se encuentra actualmente en Moscú con su familia, informaron el domingo las agencias de noticias rusas RIA Novosti y TASS, citando a fuentes del Kremlin. El hecho se produce después de que militantes sirios tomaran el control de Damasco, poniendo fin de manera efectiva al gobierno de 24 años de Assad.
La rápida toma de la capital siria marca la culminación de una ofensiva a gran escala lanzada por el grupo fundamentalista Hayat Tahrir al Sham (HTS, Organización para la Liberación del Levante), dirigido por Abu Mohammed al Jawlani, un excomandante de Al-Qaeda.
El grupo inició una ofensiva sorpresa desde la provincia de Idlib, en poder de la oposición, en el norte de Siria la semana pasada. Los yihadistas habían expulsado previamente al ejército sirio de las ciudades de Alepo, Hama, Homs y Al-Qusayr en la frontera libanesa antes de avanzar hacia Damasco.
“Assad y miembros de su familia han llegado a Moscú. Rusia les ha concedido asilo por razones humanitarias”, dijo una fuente a TASS.
Moscú ha pedido que se reanuden las negociaciones encabezadas por la ONU para resolver la crisis siria, según informa TASS. Los líderes de la oposición armada siria han asegurado la seguridad de las bases militares y las misiones diplomáticas rusas que operan en Siria, según funcionarios del Kremlin citados por RIA.
Bashar al-Assad
Assad llegó al poder en 2000 por un giro del destino. Su padre había estado preparando al hermano mayor de Bashar, Basil, como su sucesor, pero Basil murió en un accidente de coche en Damasco en 1994. Bashar fue traído de vuelta de su trabajo como oftalmólogo en Londres, sometido a entrenamiento militar y ascendido al rango de coronel para establecer sus credenciales y que algún día pudiera gobernar.
Cuando Hafez Assad murió en 2000, el parlamento se apresuró a bajar el requisito de edad presidencial de 40 a 34 años. El ascenso de Bashar se selló en un referéndum nacional, en el que él fue el único candidato.
Hafez, un militar de carrera, gobernó el país durante casi 30 años durante los cuales estableció una economía centralizada al estilo soviético y mantuvo una mano tan asfixiante sobre la disidencia que los sirios temían incluso bromear sobre política con sus amigos.
Impuso una ideología secular que buscaba enterrar las diferencias religiosas bajo el nacionalismo árabe y la imagen de resistencia heroica a Israel. Formó una alianza con los líderes religiosos chiíes en Irán, consolidó la dominación siria sobre Líbano y estableció una red de grupos milicianos palestinos y libaneses.
Abu Mohammed al Jawlani
Al Jawlani -que ahora está usando su nombre real, Ahmed al-Sharaa, en lugar de su nombre de guerra como señal de su repentino ascenso tras la caída de Assad- ha tenido una trayectoria de militancia en varios grupos islamistas, antes de llegar al comando de HTS.
Como tal, ha sido acusado de cometer abusos contra los derechos humanos.
Aunque en años recientes ha intentado presentar una imagen más moderada hacia el mundo, Estados Unidos continúa ofreciendo una recompensa de US$10 millones por su captura.
«Esta es una victoria de todos los sirios», declaró Al Jawlani durante el discurso que pronunció en la tarde del domingo en la emblemática mezquita de los Omeyas de Damasco.
Días atrás Al Jawlani le dijo a la emisora pública de Estados Unidos PBS que nació con el nombre de Ahmed al Sharaa y que es un sirio cuya familia proviene de la región del Golán.
Añadió que había nacido en Riad, capital de Arabia Saudita, donde su padre trabajaba en ese entonces, y que crió en Damasco.
Sin embargo, también hay informes que ubican su lugar de origen en Deir Ezzor, en el este de Siria.
Según reportes de las Naciones Unidas y la Unión Europea, nació en algún momento entre 1975 y 1979. Interpol afirma que fue en 1979. El diario árabe As-Safir dice que nació en 1981.
También hay rumores de que estudió Medicina antes de convertirse en un militante islamista.