Un hombre cubierto por una máscara de gas sembró el caos este martes en el metro de Nueva York al abrir fuego contra los pasajeros en hora punta tras activar una granada de humo, dejando al menos 17 heridos, diez de ellos por bala.
La policía de Nueva York ha publicado detalles de una “persona de interés”. Se trata de Frank R James, un hombre de 62 años y con direcciones registradas en Filadelfia y Wisconsin, según confirmaron los oficiales el martes por la noche en un comunicado
Frank James alquiló una camioneta U-Haul vinculada al ataque del metro N en Sunset Park y está siendo buscado para ser interrogado, dijo la policía en una sesión informativa vespertina.
La llave de la camioneta se encontró en la escena del crimen, al igual que una tarjeta de crédito que alquiló el vehículo en Filadelfia, dijeron policías y fuentes policiales.
No está claro si James es el presunto tirador, aclaró el departamento policial.
El ataque se produjo a las 08H24 (12H24 GMT), en plena hora pico, en una de las líneas que une Brooklyn con Manhattan, explicó la jefa de la policía neoyorquina (NYPD), Keechant Sewell.
«Cuando el tren entraba en la estación una persona se puso una máscara de gas y abrió una bombona que llevaba en un bolso y el vagón (del metro) se llenó de humo. Después empezó a disparar», describió la jefa de la policía que descartó, por el momento, «un acto terrorista».
Según los bomberos, de los 17 heridos (uno más que un balance previo), 10 fueron alcanzados por las balas, aunque ninguno reviste gravedad, precisó Sewell.
Ante la prensa reunida en la estación del metro, la comisaria describió al individuo como «un hombre negro», de «1,65 m de altura» y «constitución fuerte», que llevaba un «chaleco verde» y una sudadera con capucha gris.
Fotos y vídeos de los pasajeros en las redes sociales mostraban sangre en el piso y personas tendidas en el suelo del tren y en la plataforma de la estación «36th Street», en el distrito de Brooklyn.
«Planificado»
Al llegar en ese momento a la estación, «vi una nube de humo, vi gente en el caos, personas tumbadas, tres personas en el suelo. Inmediatamente me dije que había que irse», contó a la AFP Threstan Ralph, de 34 años, un habitante de Brooklyn.
«La gente gritaba ‘¿qué pasa?’ ‘¿por qué disparó?’ no sabía lo que ocurría», agregó.
Otro pasajero, Yav Montano, explicó a la CNN, que hubo la «explosión de una granada de humo… una bomba, unos dos minutos antes de que llegáramos a la estación».
«Parecía como si estuviera planificado (…). Estábamos bloqueados en el vagón (…) había mucha sangre en el suelo», agregó.
Un portavoz de los bomberos precisó a la AFP que se habían encontrado «artefactos explosivos no activados» en el lugar, aunque ninguno «funcionaba», según la policía.
Las fuerzas de seguridad acordonaron la estación, situada en la calle 36 y la 4ª Avenida, en el sur de Brooklyn, cerca del cementerio de Greenwood, donde se desplegaron numerosas ambulancias y coches de bomberos.
Varios colegios de Brooklyn suspendieron las salidas de sus alumnos al exterior.
Biden informado
«No cejaremos hasta que no encontremos al autor del crimen», dijo en un discurso en Iowa el presidente estadounidense, Joe Biden, que el lunes anunció nuevas medidas contra la proliferación de armas de fuego que mataron a 45.000 personas en 2021 en el país, según la organización Gun Violence Archive. La Casa Blanca habla a menudo de «epidemia».
Desde la pandemia de covid-19, la ciudad de Nueva York ha experimentado un aumento constante de la criminalidad. El número de homicidios pasó de 319 a 488 en 2021, pese a que el balance anual está muy lejos de los 2.000 que se producían a principios de los años 1990.
Elegido con la promesa de devolver la seguridad a las calles de la capital financiera del país, de casi nueve millones de habitantes, el alcalde Eric Adams, un excapitán de la policía, lanzó a fines de enero un plan para reducir la proliferación de armas de fuego, tras la muerte de dos policías por bala durante una intervención en un domicilio particular.ç
En el primer trimestre de 2022, el número de tiroteos y disparos en Nueva York pasó de 260 a 296 con relación al mismo periodo de 2021, según datos de la policía difundidos la semana pasada.
«Estamos hartos de leer los grandes titulares contra la criminalidad, ya sea un tiroteo, la pérdida de una adolescente o de un joven de 13 años. Esto debe parar», dijo la gobernadora, en alusión a varias víctimas recientes -entre ellas menores – de tiroteos o balas perdidas.
Con información de AFP