El Estado Islámico (IS, anteriormente ISIS) se atribuyó la responsabilidad del atentado suicida del lunes en Kabul. La explosión ocurrió no lejos de la entrada de la embajada rusa en la capital afgana y mató a 25 personas, incluidos dos miembros del personal de la embajada.
El grupo terrorista afirmó que el ataque fue realizado por un combatiente extranjero. Según algunos informes, el ataque fue lanzado por una rama local del Estado Islámico, ISIS-K.
Es el primer ataque contra una misión diplomática en Afganistán reclamada por ISIS desde la toma de poder de los talibanes en 2021. Anteriormente, el Comité de Investigación de Rusia confirmó que un subsecretario y un guardia de seguridad, ambos ciudadanos rusos, murieron en la explosión.
Según los informes de los medios, la mayoría de las víctimas eran afganos que hacían cola para obtener visas.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, dijo que la seguridad en la misión se mejoró a raíz del ataque.
Los miembros del personal de la embajada asesinados también fueron llorados con un minuto de silencio durante las conversaciones de Lavrov con su homólogo tayiko Sirojiddin Muhriddin en Moscú.
Rusia ha sido una de las pocas naciones que ha mantenido una misión diplomática en Kabul desde que los talibanes llegaron al poder en Afganistán hace un año.
Afganistán ha visto repetidamente ataques terroristas desde la toma de poder de 2021, que los talibanes han atribuido a ISIS-K. A mediados de agosto, una poderosa explosión golpeó una mezquita de Kabul durante las oraciones de la tarde y mató a decenas de personas.