La primera vez que se observó al alce con el incómodo neumático alrededor de su cuello fue en julio de 2019, mientras los oficiales de vida silvestre de Colorado realizaban una encuesta de población para los borregos cimarrón de las Montañas Rocosas y para las cabras de montaña en el Monte Evans Wilderness.
Desde aquella vez el animal estuvo yendo y viniendo entre los condados de Park y Jefferson, ambos en Colorado. Se convirtió en el ejemplar más famoso del estado y en una estrella viral de las redes sociales. Finalmente, esta semana, después de más de dos años, fue liberado al fin.
Los agentes de fauna lograron alcanzarlo luego de la llamada de un vecino que dijo haberlo visto cerca de Pine Junction, al suroeste de Denver, el sábado por la noche. Llegados al lugar y habiendo visto al animal, los oficiales lograron sedarlo para poder ayudarlo. Este fue el cuarto intento por capturarlo en la última semana.
Para retirarle el particular objeto de alrededor del cuello tuvieron que cortarle los cuernos ya que no pudieron atravesar el acero que había dentro de la rueda. “Hubiéramos preferido cortar el neumático y dejar los cuernos para su actividad de celo, pero la situación era dinámica y teníamos que quitar el neumático como fuera”, dijo Scott Murdoch al diario The Guardian. Los cuernos de los alces se regeneran todos los años, como parte de su ciclo natural.
El alce pesa 270 kilos y tiene cuatro años y medio de edad. Es decir, tuvo el neumático colgado de su cuello por, al menos, la mitad de su vida. Esto, sumado a los 16 kilos que pesa la rueda según Murdoch y su compañero Dawson Swanson, muestra la liberación que significa para el animal el haberse deshecho de su accesorio no deseado.
“Estoy muy agradecido de poder trabajar en una comunidad que valora los recursos de la vida salvaje de nuestro estado”, dijo Swanson también a The Guardian. “Pude responder rápidamente a un informe de un residente local sobre un reciente avistamiento de este alce macho en su vecindario. Pude localizar al animal en cuestión junto con una manada de unos 40 alces más”.
Lo que más sorprendió a los agentes fue el estado del cuello del alce. Si bien esperaban que los dos año de cargar un neumático hubieran lastimado severamente el cuello del animal, se encontraron con que no le había producido heridas significativas.
“El pelo estaba un poco rozado, había una pequeña herida abierta del tamaño de una moneda de cinco centavos o de 25, pero aparte de eso tenía muy buen aspecto”, dijo Murdoch. “En realidad, me sorprendió ver el buen aspecto que tenía”.
Esta es una realidad cotidiana tanto para los oficiales de vida silvestre como para los animales de la zona. Constantemente se ven obligados a ayudar a animales que se enredan con cualquier tipo de artículos dejados por las personas.
Dicen que han visto ciervos, alces, osos y otros animales enredarse en hamacas, redes de volley, arcos de futbol, luces decorativas, envases de comida y bebidas, entre muchos otros. En los casos en los que el animal es incapaz de liberarse sólo, intervienen Murdoch, Swanson y sus colegas.