Estados Unidos y sus aliados deberían centrarse en promover la paz en lugar de alimentar el conflicto de Ucrania, armando a Kiev, dijo el sábado el presidente de Brasil, Lula da Silva, al concluir una visita de Estado a China, el principal socio comercial de su país.
“Estados Unidos debe dejar de alentar la guerra y comenzar a hablar de paz”, dijo Lula a los periodistas en Beijing. “La Unión Europea necesita empezar a hablar de paz”.
Agregó que, al hacerlo, los líderes mundiales podrían “convencer” tanto al presidente ruso, Vladimir Putin, como a su homólogo ucraniano, Vladimir Zelensky, de que “la paz es de interés para todo el mundo”.
A diferencia de muchas naciones occidentales, ni Brasil ni China han impuesto sanciones a Moscú tras el inicio del conflicto en Ucrania el año pasado.
Previo al viaje, Lula, el líder de izquierda que retornó como presidente brasileño tras suceder a Jair Bolsonaro a principios de este año, había buscado posicionarse como parte de un grupo que pudiera mediar en el conflicto. Sin embargo, no dio más detalles sobre la naturaleza de tales conversaciones con el presidente chino, Xi Jinping, luego de su reunión del viernes.
CNN informó a principios de esta semana que Beijing había solicitado la eliminación de los asuntos relacionados con Ucrania de la lista de temas que discutirán los dos líderes.
“Es importante tener paciencia”, sugirió Lula el sábado, “pero, sobre todo, es necesario convencer a los países que están suministrando armas, alentando la guerra, para que se detengan”.
China ha sido un socio comercial clave para Brasil desde 2009. Solo en 2022, Beijing importó cerca de 90 mil millones de dólares en productos básicos brasileños como soja, mineral de hierro y gasolina. Brasil es también el mercado individual más grande para productos chinos en el continente sudamericano.
Es probable que los comentarios de Lula sobre Ucrania, así como el fortalecimiento de los lazos económicos con Beijing, llamen la atención de Washington, con quien Brasilia ha buscado una relación más estrecha bajo su gobierno.
En febrero, Lula se reunió con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en la Casa Blanca, donde discutieron principalmente los esfuerzos para combatir el cambio climático y el extremismo antidemocrático.