La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos ha aprobado este miércoles por mayoría un documento con el que los prelados más conservadores podrían negarle la comunión al presidente, Joe Biden, así como a otros funcionarios públicos electos, después del apoyo que algunos de ellos han dado al aborto.
El texto, aprobado por 222 votos a favor, ocho en contra y tres abstenciones, necesita antes contar con el visto bueno de El Vaticano, antes de que se ponga en práctica y afecte a cualquier funcionario del Gobierno elegido en las urnas, cuenta la CNN.
El documento, formado por varios artículos entre los cuales hay uno que describe el sentido de la comunión y quién puede recibirlo, deja en manos de los obispos y arzobispos la decisión de ofrecer o no este sacramento, más que imponer una política obligatoria a nivel nacional.
Antes de que se produjera la votación, el arzobispo de Kansas City, Joseph Naumann, uno de los principales artífices del documento, ha señalado que es responsabilidad de los obispos «cuidar de las almas de los políticos», a quienes si bien se les reconoce las dificultades a las que se enfrentan, los líderes de la Iglesia no deben «temer» hacerles ver cómo de «seria» esta cuestión del aborto.
En los últimos meses, Biden y otras figuras de peso como la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, han sido cuestionadas por los sectores más conservadores de la Iglesia Católica estadounidense por su postura a favor del aborto, llegando incluso a barajar la posibilidad de que el jefe de la Casa Blanca pudiera ser excomulgado.
Biden, quien contó con el respaldo del propio Papa Francisco hace una semanas durante el encuentro que mantuvieron en El Vaticano, «es un buen católico que debe seguir recibiendo la comunión», ya sabe que cuenta con las puertas abiertas de las iglesias de la arquidiócesis de Washington, tal y como dijo su arzobispo Wilton Gregory.