MANILA (Reuters) – El ícono del boxeo Manny Pacquiao prometió el viernes que, si es elegido presidente de Filipinas, fortalecerá los esfuerzos para recuperar miles de millones de dólares de la riqueza desaparecida desde la caída de la dictadura de Marcos, como parte de su plataforma anticorrupción.
Los comentarios de Pacquiao son un golpe al rival y favorito Ferdinand Marcos Jr, cuya familia fue acusada de saquear un estimado de 10 mil millones de dólares durante el opulento gobierno de dos décadas de su difunto padre, gastándolo en joyas, bienes raíces y decenas de obras de arte, incluidas las de Pablo Picasso. y Claudio Monet.
Pacquiao dijo que la Comisión Presidencial para el Buen Gobierno (PCGG), que recuperó 3,410 millones de dólares de la riqueza de los Marcos y sus asociados en 33 años, estaría facultada para recuperar más si gana las elecciones del 9 de mayo.
«Vamos a fortalecer el PCGG y el dinero que es del gobierno se lo deben dar al gobierno», dijo Pacquiao en un foro de candidatos presidenciales, del cual Marcos, más conocido como «Bongbong», estuvo ausente por un conflicto de horarios.
«La razón por la que nuestro país es pobre es por los ladrones en el gobierno y por eso necesitamos erradicar la corrupción», dijo Pacquiao, senador y excampeón de ocho divisiones.
El equipo de campaña de Marcos no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
En una entrevista radial del 25 de enero, Marcos reconoció las sentencias judiciales en contra de la familia con respecto a los bienes y que respetaría la ley y las decisiones judiciales.
Al igual que Pacquiao, otros contendientes presidenciales, el vicepresidente Leni Robredo, el alcalde de Manila Francisco Domagaso, el senador Panfilo Lacson y Leody de Guzmán, un líder laboral, se comprometieron a erradicar la corrupción del gobierno y proteger el dinero público.
A pesar de haber sido derrocados en una revuelta de 1986 y llevados al exilio, la familia Marcos sigue siendo una fuerza poderosa en Filipinas, con leales en toda la burocracia y la élite política y empresarial.
La familia regresó a Filipinas en la década de 1990 y los Marcos han ocupados cargos políticos desde entonces, incluidos gobernadores, miembros del Congreso y senadores.