El candidato de Perú Libre, Pedro Castillo, se dio por ganador de las elecciones presidenciales del país, a pesar de que solo mantiene una estrecha ventaja de unos miles votos respecto a su rival, Keiko Fujimori, y el conteo de votos oficial todavía no ha terminado.
La autoridad electoral declarará a un ganador una vez el 100 % de las papeletas hayan sido escrutadas. La incertidumbre reina entre los peruanos.
El candidato izquierdista a la Presidencia de Perú, Pedro Castillo, está convencido de su victoria frente a la conservadora Keiko Fujimori. En la madrugada entre el 8 y el 9 de junio, salió a encontrarse con sus seguidores en Lima, la capital del país, para asegurar que «el pueblo se ha impuesto» en las elecciones.
Según Castillo, el cómputo de votos de sus personeros y representantes ante los órganos electorales ya confirma que será el próximo mandatario de Perú, el país para el que prometió «un gobierno con estabilidad financiera y económica».
Sin embargo, el conteo oficial todavía no ha terminado: faltan todavía por procesar 177 actas y la diferencia entre Castillo y Fujimori es de 71.787 votos, un estrecho margen a favor del izquierdista. La Oficina Nacional de Procesos Electorales peruana (ONPE) no declarará un ganador hasta que el 100 % de las papeletas hayan sido escrutadas.
Los datos de la ONPE arrojan que Perú Libre, el partido de Castillo, suma 8.735.985 votos, mientras que Fuerza Popular, la formación de Fujimori, cuenta con 8.664.198 votos.
Castillo pidió a los organismos electorales que sean «respetuosos con la voluntad del pueblo peruano», en medio de un clima de incertidumbre y tensión que se prolonga desde que los peruanos acudieron a las urnas el domingo 6 de junio. La jornada tuvo una participación del 74,7 %.
Fujimori insiste en un «fraude sistemático» por parte de Castillo
Fujimori, por su parte, ha asegurado tener «indicios de fraude sistemático» y ha acusado a Perú Libre de manipular 1.300 actas electorales, algo que equivale casi a 400.000 votos. La acusación de Fujimori, que se ve a las puertas de perder su tercera elección presidencial, no ha sido sustentada con pruebas.
De hecho, tanto la misión electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) como la de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) han destacado la corrección de los procesos de votación y de recuento en el país y descartan la posibilidad de fraude.
Si bien es cierto que hay 1.369 actas bajo observación, solo hay cuatro que estén anuladas y una impugnada. Además, hay también 461 votos impugnados pero afectan a ambos partidos.
Fuerza Popular ya ha asegurado que recurrirá algunas de las actas para que las revisen. «Plantearemos la nulidad de hechos y el tema de impugnaciones (…) luego los entes deberán tomar una decisión y nosotros asumir la decisión del órgano electoral», aseguró el candidato a la vicepresidencia del partido de derecha, Luis Galarreta.
El político también hizo «un llamado a la tranquilidad» para que la tensión entre seguidores de Fujimori y Castillo no estalle en forma de protestas y enfrentamientos en las calles.
Se espera que el Jurado Nacional de Elecciones revise los votos impugnados esta misma tarde.