Moscú, (AFP).- El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró este domingo que su país defenderá «firmemente» sus intereses geopolíticos, en la celebración que marca la victoria sobre el nazismo en 1945 y en un momento de tensiones ruso-occidentales cada vez mayores.
«Rusia defiende incesantemente el derecho internacional. Al mismo tiempo, defenderemos firmemente nuestros intereses nacionales y garantizaremos la seguridad de nuestro pueblo», dijo Putin, ante cientos de militares en uniformes de gala reunidos en la Plaza Roja.
Putin aseguró que las ideas nacidas del nazismo «son puestas al día» y que existe un retorno de «discursos racistas, de superioridad nacional, de antisemitismo y de rusofobia».
El presidente ruso no precisó el blanco de sus críticas, pero desde hace años no deja de acusar a fuerzas nacionalistas de ganar influencia en la vecina Ucrania, de la cual anexó la península de Crimea en 2014 tras una revolución pro-occidental.
Además, Putin acusa sistemáticamente a sus rivales estadounidenses y europeos de políticas antirrusas, rechazando las acusaciones contra Rusia, que ha sido sancionada en varias ocasiones por ciberataques, la represión de la oposición, su papel en el conflicto de Ucrania o por escándalos de espionaje.
Una fuente de discordia es la imposición de sanciones occidentales a altos funcionarios rusos por el envenenamiento en agosto de 2020 del principal crítico del Kremlin, Alexéi Navalni, que fue encarcelado a principios de año.
Este año, el desfile militar del 9 de mayo se celebra en un contexto de nuevas tensiones, tras el despliegue en abril de decenas de miles de soldados rusos en las fronteras de Ucrania, lo que hizo temer una posible ofensiva.
Moscú aseguró que se trataba de ejercicios en respuesta al aumento de las actividades de la OTAN en Europa oriental. El 23 de abril se inició una retirada, pero según Kiev, la OTAN y Washington es insuficiente.
Revisionismo histórico
Más de 12.000 hombres y 190 vehículos y sistemas de armamento comenzaron a desfilar después del discurso ante el jefe de Estado y un público de oficiales y veteranos para este tradicional desfile que marca la victoria sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Las celebraciones del 9 de mayo en toda Rusia, con desfiles militares en las principales ciudades, son un momento de comunión patriótica dedicado a los cerca de 20 millones de soviéticos muertos durante el conflicto.
Según el instituto de sondeo público Vtsiom, para el 69% de los rusos, es el principal día festivo del año. «Para mí y mi familia, es una fiesta que celebra una victoria del pueblo ruso. Estamos orgullosos, recordamos y honramos a nuestros seres queridos y nuestros valientes soldados», declaró en Vladivostok Yulia Goulevskikh, un contador que asistió con su hija al desfile militar en su ciudad del Extremo Oriente de Rusia.
Sólo después de la caída de la Unión Soviética, el gran desfile militar del 9 de mayo en la Plaza Roja se convirtió en una cita anual. En más de 20 años en el poder, Putin colocó esta fecha en el centro de su política, exaltando el sacrificio de los soviéticos y acusando regularmente a sus adversarios occidentales de «revisionismo» histórico antirruso por tratar de minimizar el papel de la Unión Soviética en la derrota de Adolf Hitler.