LONDRES (Reuters) – Rusia dijo el jueves que el intento de Finlandia de unirse a la OTAN era un movimiento hostil que «definitivamente» representaba una amenaza para su seguridad.
El Kremlin dijo que respondería, pero se negó a explicar cómo, diciendo que esto dependería de qué tan cerca mueva la OTAN los activos militares hacia la frontera finlandesa-rusa de 1.300 km (800 millas).
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que Rusia necesitaría tomar «medidas de represalia, tanto de carácter militar-técnico como de otra naturaleza, para evitar que surjan amenazas a su seguridad nacional».
«Helsinki (capital de Finlandia) debe ser consciente de la responsabilidad y las consecuencias de tal movimiento», dijo.
La medida finlandesa, que se espera que Suecia reproduzca, confronta al presidente Vladimir Putin con el mismo resultado que dijo que su guerra en Ucrania estaba diseñada para evitar: una mayor expansión de la OTAN a las fronteras de Rusia.
«Finlandia se unió a los pasos poco amistosos tomados por la Unión Europea hacia nuestro país. Esto no puede dejar de despertar nuestro pesar y es una razón para las correspondientes respuestas simétricas de nuestro lado», dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
El presidente y el primer ministro de Finlandia dijeron el jueves que su país debe presentar una solicitud para unirse a la alianza militar de la OTAN «sin demora».
Cuando se le preguntó si esto representaba una amenaza para Rusia, Peskov dijo: «Definitivamente. La expansión de la OTAN no hace que nuestro continente sea más estable y seguro».
La guerra de Rusia ha llevado tanto a Finlandia como a Suecia a abandonar su neutralidad de larga data y buscar el refugio del paraguas de seguridad de la alianza.
Cuando se le preguntó qué forma tomaría la respuesta de Rusia, Peskov respondió: «Todo dependerá de cómo se desarrolle este proceso de expansión (de la OTAN), la medida en que la infraestructura militar se acerque a nuestras fronteras».
El expresidente ruso Dmitry Medvedev, vicepresidente del poderoso Consejo de Seguridad, habló anteriormente sobre la posibilidad de estacionar misiles con armas nucleares en el territorio ruso de Kaliningrado en el Mar Báltico.
También se le preguntó a Peskov sobre los comentarios de Medvedev el jueves de que el aumento del apoyo militar de Estados Unidos y sus aliados a Ucrania podría desencadenar un conflicto entre Rusia y la OTAN, con un riesgo potencial de guerra nuclear.
Respondió que todos querían evitar un choque directo entre Rusia y la OTAN, pero también repitió una advertencia de Putin de que Moscú estaba lista para dar «la respuesta más decisiva» a cualquiera que intentara interferir con lo que llama su operación militar especial en Ucrania.