Puerto Príncipe.- La decisión del Gobierno de Haití de pedir a la comunidad internacional el envío de tropas para hacer frente a la grave crisis en el país no goza de unanimidad, hasta el punto de que el Senado ha demandado que se anule la solicitud sobre ese despliegue.
En una resolución divulgada ayer y enviada a entidades estatales y a la representante especial del secretario general de la ONU en Haití, Helen La Lime, la asamblea de senadores pide al primer ministro haitiano, Ariel Henry, que “suspenda inmediatamente la ejecución de la resolución del 7 de octubre” sobre el despliegue de una fuerza armada extranjera.
Tras calificar de “grave” esa decisión del Ejecutivo, los diez senadores en ejercicio, en un texto aprobado a última hora local del domingo, consideran “incongruente” la resolución del Gobierno por la que el primer ministro se otorga “la autoridad y el derecho” a solicitar a países extranjeros el despliegue de una fuerza armada especializada.
“Henry está usurpando las prerrogativas del presidente de la República, que es el jefe de Estado”, según los legisladores, que ven en dicha petición “el intento de un Gobierno ilegítimo, impopular y cada vez más cuestionado de utilizar fuerzas extranjeras para mantener el poder a toda costa y retrasar así el retorno de Haití al orden constitucional”.
El Senado, que sí reconoce la necesidad de establecer un corredor humanitario, abunda en que “se trata de un acto administrativo ilegal, de consecuencias desproporcionadas para la nación, llevado a cabo por un organismo que, al hacerlo, ha cometido un verdadero exceso de poder”.
Por otra parte, los senadores piden a “las fuerzas políticas, económicas y sociales que den carácter de urgencia a las discusiones en curso para lograr un consenso suficiente para una salida sostenible de la crisis”.
Con el objetivo de aplacar la crisis sociopolítica, económica y de violencia que vive Haití, agravada ahora por el cólera, demandan a Henry una prórroga en aplicación de los nuevos precios de los carburantes, cuyo anunció intensificó aun más las protestas antigubernamentales, para así “aliviar los pequeños bolsillos” y la situación que viven “los más desposeídos”.
La resolución de la cámara alta se conoce después de que en una carta dirigida al secretario general de la ONU, António Guterres, Henry pidiera la solidaridad de los “países amigos de Haití” que tienen la capacidad de “desplegar sin demora una fuerza armada internacional especializada para hacer frente a la crisis humanitaria”.
“En particular, garantizando el libre flujo de agua, combustible, alimentos y suministros médicos desde los principales puertos y aeropuertos hasta las comunidades y los centros de salud”, detalló en la misiva.