WASHINGTON (AP).- El presidente estadounidense Donald Trump despidió el lunes al secretario de Defensa, Mark Esper, una medida sin precedentes por parte de un mandatario que no ha aceptado su derrota electoral y está molesto con un líder del Pentágono al que no considera lo suficientemente leal.
La decisión, que podría inquietar a los aliados internacionales y al liderazgo dentro del Pentágono, añade otro elemento de incertidumbre a un complicado periodo de transición mientras el demócrata Joe Biden se prepara para asumir la presidencia.
Trump dio a conocer la noticia en un tuit, escribiendo que “con efecto inmediato” Christopher Miller, el director del Centro Nacional Antiterrorismo, se desempeñará como secretario interino, eludiendo al segundo funcionario de rango en el Pentágono, David Norquist.
“íChris hará un GRAN trabajo!”, tuiteó Trump. “Mark Esper ha sido despedido. Me gustaría agradecerle por su trabajo”.
La abrupta decisión de Trump de despedir a Esper desencadenó preguntas sobre lo que el presidente puede tratar de hacer en los próximos meses antes de dejar el cargo, incluidos ajustes en la presencia de soldados en el extranjero u otros cambios relacionados con la seguridad nacional.
Biden no ha dicho a quién nombraría como secretario de Defensa, aunque se ha reportado que considera designar Michele Flournoy, quien se convertiría en la primer mujer en ocupar el puesto.
Flournoy ha trabajado en varias ocasiones en el Pentágono, empezando en la década de 1990 y más recientemente como subsecretaria de defensa para la política de 2009 a 2012.
Es bastante conocida en el Capitolio como una demócrata moderada y es considerada entre los aliados y socios de Estados Unidos como una funcionaria de mano firme y quien está a favor de una fuerte cooperación militar del país en el extranjero.
Miller se ha desempeñado más recientemente como el director del Centro Nacional Antiterrorismo y antes de eso fue asistente adjunto del secretario de Defensa y el principal asesor de Trump sobre cuestiones de antiterrorismo.
Tiene un largo historial con el ejército, luego tras ser soldado de infantería en las reservas del ejército y después de eso como oficial de las fuerzas especiales. También estuvo en las guerras de Afganistán e Irak.
Tras retirarse del ejército, Miller trabajó como contratista de defensa. La tensa relación entre Esper y Trump estuvo a punto de colapsar el verano pasado durante los disturbios civiles que desencadenaron un debate dentro de la administración sobre el papel de los militares en la lucha contra los disturbios internos.
Esper, que estuvo 16 meses en el cargo, se opuso al uso de militares para ayudar a sofocar las protestas en Washington, D.C., y esto enfureció a Trump y causó especulación de que el secretario estaba dispuesto a renunciar si enfrentaba nuevamente un problema de este tipo.