Moca, Espaillat.-La comunidad mocana se encuentra de luto tras el fallecimiento del reconocido locutor Rafael Antonio Valentín, conocido cariñosamente como “Puchy”.
Su muerte, ocurrida ayer martes por la tarde debido a serios problemas de salud, ha dejado un vacío significativo en el corazón de aquellos que lo conocieron y apreciaron su contribución a la cultura local.
Rafael Antonio Valentín fue un ícono en la publicidad a través de su innovador trabajo con las guaguas anunciadoras que recorrían los barrios y calles de Moca.
Desde sus inicios se destacó por su inconfundible voz clara y de tono alto, convirtiéndose en un referente para la promoción de eventos y actividades locales.
Su estilo locutoril único lo hizo popular entre los mocanos, quienes esperaban con ansias sus anuncios sobre la cartelera de los cines Viena y Maritza, y más tarde del cine Moca.
Durante décadas, dedicó su vida a esta profesión, logrando no solo ser un locutor destacado, sino también un personaje pintoresco que dejó una huella imborrable en la comunidad. Su capacidad para conectar con el público y su pasión por la comunicación lo hicieron querido y respetado por todos.
La noticia de su fallecimiento ha generado una ola de tristeza entre amigos, familiares y colegas. Muchos han compartido sus recuerdos y anécdotas sobre “Puchy”, destacando no solo su talento como locutor, sino también su calidez humana y su disposición para ayudar a los demás. “Era más que un locutor; era una voz que nos acompañaba en cada momento importante”, comentó un vecino del barrio.
Los restos de Rafael Antonio Valentín (Puchy) están siendo velados en la funeraria municipal de Moca, donde amigos y familiares se han congregado para rendir homenaje a su vida y legado. La comunidad se prepara para despedirlo este miércoles en el cementerio municipal, donde será sepultado.
El impacto de “Puchy” va más allá de su carrera como locutor. Su dedicación al arte de la comunicación y su amor por Moca lo convirtieron en un verdadero personaje popular de la locución. A través de sus anuncios y su presencia en las calles, ayudó a crear un sentido de comunidad y pertenencia entre los mocanos.
Por Luis Ramón López