La propuesta cuenta con el apoyo de la Fundación Grupo Punta Cana y plantea recoger la microalga de forma temprana antes de llegar a las riberas para su uso como materia prima
Santo Domingo.- Un estudio realizado por las universidades Unapec y Federico Henríquez y Carvajal (UFHEC), con el apoyo de la Fundación Grupo Punta Cana (FGPC), arrojó que recolectar el sargazo antes de su llegada a las zonas costeras del país, para destinar su uso como materia prima en la fabricación de productos valiosos a gran escala, contribuiría a mitigar los costos de gestión que involucra su descomposición, y a atenuar la emisión de gases tóxicos.
La fórmula investigativa parte de ideas contrastadas y de la unión de esfuerzos que iniciaron en el año 2018 en una fase experimental, liderados por la Universidad APEC y la Fundación Grupo Puntacana (FGPC), y cuyos hallazgos fueron divulgados en el 2021.
Todo el proceso investigativo del proyecto reside bajo la responsabilidad de los especialistas, los doctores, Alvin Rodriguez Cuevas, director de Investigación de Unapec, e investigador principal, Yessica Castro, coinvestigadora de la UFHEC, y el Ing. Emin Rivera, decano de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de Unapec.
Para Alvin Rodríguez Cuevas, director de Investigación de Unapec, la propuesta es “sumamente prometedora”, ya que procura garantizar el uso masivo del sargazo y residuos alimentarios durante un proceso de codigestión anaeróbica o descomposición biodegradable, para mitigar posibles compuestos inhibidores y aumentar el rendimiento del sistema.
Resaltó, que el sargazo afecta nuestra economía, porque además de llenar de ácido las aguas y producir grandes daños a la industria turística y al comercio que se desarrolla en las áreas de las playas, se traduce en un menor flujo de bañistas debido a los efectos que produce en la piel y el desagradable olor que despide.
“En el caso particular de la zona turística de Punta Cana, la época de estas algas abarca desde mayo a septiembre, lo que presume que las 45,000 habitaciones de hotel de la zona podrían generar, en total, más de 200 toneladas diarias de desperdicio de alimentos, y en tal cuestión la codigestión anaeróbica del sargazo y los residuos alimentarios pueden contribuir a la gestión sostenible de estos dos materiales no deseados en esa área”, señaló Rodríguez Cuevas.
En ese sentido, el investigador hizo hincapié en que la propuesta consigna la adecuación de métodos existentes para la remoción del H2S (ácido sulfhídrico) del biogás, y la mejoría de las tecnologías y métodos, usando residuos alcalinos como las cenizas de centrales termoeléctricas para la separación del biogás en CH4 (metano), y CO2 (dióxido de carbono), para el posterior uso de estos gases en procesos de generación eléctrica, y refrigeración, respectivamente.
“Pero, además, se determinará la factibilidad técnico-económica del uso de metano y biogás como combustibles para motores de combustión interna, lo que permitirá garantizar el uso masivo del sargazo y residuos alimentarios durante el proceso de co-digestión anaeróbica”, enfatizó el director de Investigación del centro académico.
Conforme a expertos, es probable que el origen de este fenómeno sin precedentes esté vinculado con el cambio climático y otras alteraciones ambientales antropogénicas a escala global. El Gran Cinturón de Sargazo se origina en la costa de África occidental y es desplazado por corrientes marinas hacia América.