La empresa Karpowership, propietaria, operadora y constructora de una planta de energía flotante a instalarse en la provincia de Azua, aseguró que hace casi tres meses entregó el estudio de impacto ambiental al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, acogiendo sus instrucciones de colocar la barcaza en una zona de anclaje muy cerca al puerto de combustibles que opera allí desde hace tiempo.
Al hablar en nombre de los ejecutivos de la compañía, Carlos Matamoros y Eugene Matty Sen, el doctor Ángel Lockward, sostuvo que el estudio de 800 páginas elaborado por una prestigiosa firma concluye que con las medidas adoptadas se trata de una planta de última generación que generará efectos mínimos al medio ambiente (agricultura, aguas, peces y otros recursos), además de que posee efectivos controlables y bajo costo para producción de energía.
Igualmente, tiene previsto el riesgo de derrame con los correspondientes sistemas de contención, con tanques de almacenamiento que evitan posibles fugas con barreras flotantes que están permanentemente en el lugar y, desde luego, que habrá una póliza ambiental para improbables, pero eventuales daños.
Lockward resaltó que el estudio indica que tampoco se afecta la salud de los habitantes, puesto que las emisiones están muy por debajo de los establecidos en los reglamentos y las líneas de transmisión de 138 Kv tiene una franja de 30m a cada lado de la línea, tampoco se afectará a la agricultura, puesto que esta planta opera con HFO o gas natural.
Dijo que el informe revela además que el lugar de anclaje de la barcaza está fuera de los límites del parque nacional, está a 200 metros en el agua y en una zona de descarga de combustible, para permitir la maniobrabilidad de los demás buques que atracan en el puerto: lejos del área de corales y manglares.
Lockward destacó que por eso Karpowership ganó la licitación a otras 19 empresas locales e internacionales para instalar 200 MW “que son hoy por hoy el único alivio a la crisis energética que pudiera sufrir el país por la salida de otras plantas generadoras”.
Indicó que la barcaza puede entrar a operar en 60 días y la empresa cuenta con todos los permisos requeridos por la legislación dominicana.
«La Barcaza de Azua, valorada en unos USD$ 200 millones de dólares, además de ser el equipo de generación más moderno, el que produce a menores precios y sin daños ambientales, dada la situación que se vive en el mundo con los combustibles y la escasez de equipos de generación, es la única solución a corto plazo para el país. En el mundo casi no hay equipos disponibles», concluyó Lockward.