Santo Domingo. La temporada ciclónica continua, por lo que muchas organizaciones de ayuda humanitaria se fortalecen a fin de mitigar riesgos en las comunidades y orientar a la población, así como estancias públicas y privadas sobre cómo prevenir y cuidarse en esta temporada.
El Foro de Gestión de Riesgos de Desastres de la República Dominicana, representado por 32 organizaciones nacionales e internacionales de la sociedad civil, señala los desafíos existentes y la importancia de los planes de preparación para los sectores vulnerables.
Datos levantados en diversos estudios sobre riesgo climático, realizado por instituciones internacionales y nacionales, señalan que el país se caracteriza por un alto porcentaje de áreas vulnerables a eventos climáticos.
De acuerdo al Índice de Vulnerabilidad ante Choques Climáticos, IVACC (PNUD) “Un 68% del territorio nacional es propenso a inundaciones, evidenciando 1,006 zonas vulnerables a eventos atmosféricos”.
Otro estudio, de Unidad Asesora de Análisis Económico y Social del MEPyD, destacó que Republica Dominicana ocupaba el puesto número once a nivel global en el Índice de Riesgo Climático Global (IRC) a largo plazo (1996-2015).
El mismo informe, indica que sólo las lluvias de noviembre del 2016 a abril del 2017, junto a los huracanes Irma y María, provocaron pérdidas ascendientes a unos RD$49,837.41 millones, equivalentes a US$1,044.37 millones. Esta pérdida representa un 7.98% del gasto público presupuestado para 2017.
Representantes de este foro, integrado por diversas agencias internacionales como las Naciones Unidas y la AECID, además de organizaciones de cooperación al desarrollo, organizaciones de ayuda humanitaria, así como instituciones académicas y de investigación destacan que los huracanes, sequías, sismos y tsunamis son los desastres que representan mayor preocupación para la República Dominicana.
Dentro de las acciones que proponen en su plan de incidencia están: La facilitación y promoción de guías para la elaboración del Plan de Emergencia provinciales y municipales; una mejor articulación con las autoridades locales y nacionales, así como todos los actores del Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Respuesta; sugieren a las autoridades y bases comunitarias el establecimiento de Sistemas de Alerta Temprana (SAT) a nivel local; también proponen el impulso de informaciones pertinentes, tanto en español como en creole cuando se requiera, a fin de garantizar una respuesta más rápida y eficaz.
Otras acciones que recomiendan a las autoridades es: facilitar la movilidad de los equipos de respuesta ante situaciones de emergencia de manera oportuna; garantizar el acceso rápido a recursos y conocimiento a los equipos de respuesta y socorro; así como socializar y capacitar sobre los protocolos existentes (como el Protocolo de Albergues, diseñado por el COE) a fin de reducir riesgos y afectados.
Temporada ciclónica y COVID
“La temporada ciclónica nos encuentra por segundo año frente a la pandemia, donde aún persisten elementos de riesgo ante posibles rebrotes, debido a baja percepción de la población ante el virus, el relajamiento de las medidas de prevención tras la vacunación como resultado de disminución de los indicadores claves de seguimiento”, destaca uno de sus representantes.
Resaltan que en este contexto es importante lograr buenos niveles de preparación ante situaciones de emergencia, a través de los Comités Provinciales y Municipales de Prevención, Mitigación y Respuesta, las autoridades locales deben implementar un Plan de Emergencia bien elaborado, tomando en cuenta los elementos claves del riesgo, amenazas, las vulnerabilidades existentes, así como las capacidades comunitarias.
Se estima la culminación de la temporada ciclónica para el 30 de noviembre de 2021. Estas fechas delimitan convencionalmente el período de cada año cuando la mayor parte de ciclones tropicales se forman en el océano Atlántico norte.