Santo Domingo.- República Dominicana expresó este domingo su «más enérgico» rechazo a un comunicado emitido la víspera por la Embajada de Estados Unidos en el país, en el que denunció un «trato desigual» constante hacia sus ciudadanos debido al color de su piel por parte de autoridades de inmigración del país caribeño.
El Ministerio de Relaciones Exteriores calificó el documento estadounidense de «infundado, extemporáneo e infeliz», y pidió a Estados Unidos que considere el retiro de los términos «sin verificar» de este «ambiguo comunicado», a la mayor brevedad posible.
«Este mensaje es para informar a los ciudadanos estadounidenses que en los últimos meses los viajeros a la República Dominicana han reportado haber sido retrasados, detenidos o sujetos a un mayor interrogatorio en los puertos de entrada y en otros encuentros con funcionarios de inmigración basados en su color de piel», dijo la legación norteamericana a través de su cuenta de Twitter.
El documento de la Embajada de Estados Unidos en Santo Domingo no se limitó a este punto, sino que recordó que la Dirección General de Migración (DGM) dominicana ha ejecutado operaciones generalizadas destinadas a detener a aquellos que cree que son migrantes indocumentados, especialmente personas de ascendencia haitiana.
«En algunos casos, las autoridades no han respetado el estatus legal de estas personas en la República Dominicana o su nacionalidad», afirmó el texto, en que también se lee que «hay informes» de que los detenidos (haitianos) se mantienen en centros de detención superpoblados, sin la capacidad de impugnar su detención y sin acceso a alimentos o baños, a veces durante días, antes de ser liberados o deportados a Haití.
«El Gobierno dominicano jamás hubiera imaginado insinuaciones tan graves sobre nuestro país, cuya población evidencia ‘en su color de piel’ un amplio crisol de razas; mucho menos de un aliado que ha sido sujeto de numerosas acusaciones de trato xenófobo y racista a migrantes e inclusive a sectores de su propia población», afirmó la Cancillería dominicana.
El extenso documento oficial refirió que lo dicho por la Embajada estadounidense contradice la excelente relación bilateral que existe entre República Dominicana y Estados Unidos en todos los ámbitos: político, económico, militar, social y de cooperación, ya sea en materia de narcotráfico, trata de personas, contrabando de armamentos y municiones, corrupción o lucha contra la impunidad, entre otros.
«El Gobierno de Estados Unidos no ha aportado prueba alguna, más allá de casos anecdóticos sin verificación independiente, de que exista un patrón sistemático de violaciones de los derechos de los migrantes, ordenado por las autoridades dominicanas», refirió el Ministerio de Exteriores.
El documento defendió las deportaciones de haitianos en situación migratoria irregular, y apuntó que la Administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha deportado a Haití, entre febrero de 2021 y febrero de 2022, más de 20.000 migrantes haitianos.
La Cancillería aseguró que el Gobierno dominicano ha denunciado ante la comunidad internacional de manera reiterada y sistemática la alarmante situación en Haití, agravada desde el magnicidio del presidente (haitiano, Jovenel) Moise, sin que esta haya tomado las medidas apropiadas para enfrentar la explosiva realidad humanitaria, social y política en el vecino país, «que afecta gravemente la seguridad nacional de República Dominicana».
El documento añadió que desde hace varios lustros el grueso de la carga de la situación haitiana ha recaído sobre República Dominicana.
«Una parte importante del presupuesto de salud dominicano actual se dedica, de manera gratuita, a la población extranjera, primordialmente haitiana: el 32,4 % de las camas de maternidad de nuestros hospitales públicos; el 10,3 % de las emergencias; el 14,9 % de los internamientos; el 9,8 % de las cirugías, y el 8,3 % de las consultas», precisó el documento.
«El Gobierno y el pueblo dominicano continuarán brindando todo el apoyo, dentro de sus posibilidades, al hermano pueblo haitiano. Ningún país ha hecho un mayor esfuerzo que República Dominicana, abogando porque la comunidad internacional ayude a Haití, pero declaramos nueva vez con todo el vigor necesario que no hay -ni podrá haber jamás- una solución dominicana a la odisea haitiana», concluyó el extenso texto.