Desde que se localizaron en Marruecos los restos más viejos del homo sapiens, con 315 mil años de antigüedad, la historia de la humanidad debe contarse hoy en 15 segundos, según decretaron Instagran y Tik Tok, principales portales de redes que controlan la vida de más de tres mil millones de personas en todo el mundo.
El internauta dispone de un cuarto de minuto para relatar cualquier suceso en su vida o entorno, sin importar lo trascendente que haya sido, porque según esos portales la historia de cada quien puede contarse antes de que un pollo mueva sus ojos.
Es verdad que en otros apartados de Instagran, Facebook y Twitter se difunden textos y videos que conllevan más tiempo de enlace y comunicación, pero todo el accionar de ese universo se sustenta en conceder al tiempo un valor superior a cualquiera de las piedras preciosas recolectadas en el mundo.
A eso se debe que Twiter en principio fijó en 140 caracteres los textos que podían transmitirse a través de sus redes, aunque tuvo que ampliarlos al doble porque es imposible limitar la comunicación escrita entre seres humanos a un soplo de vida.
En las historias de Intagran y Tik Tok, los gráficos o fotos son verticales porque los gurúes de esos portales comprobaron que la vista recorre y asimila su contenido en menor tiempo, razón por la cual también aconsejan a sus clientes que la publicad visual deseche la horizontalidad en favor de la verticalidad.
El lenguaje mismo ha sacrificado la pureza de su contenido en favor de una vía expresa de comunicación a través de la virtualidad, lo que se comprueba con simple lectura de un diálogo entre jóvenes por cualquiera de los portales.
Viejas escuelas de comunicación social o política colisionan con esta nueva realidad que condensa la vida en 15 segundos y que obliga a la vista a visualizar realidades con ángulos más estrechos, con lo que se transforma radicalmente el dicho aquel de que bello es todo lo que a la vista agrada.
En sesenta años (1950-2010) la población dominicana se cuadruplicó, al pasar de 2.3 millones a 9.4 millones, pero la edad mediana se incrementó de 17.1 hasta los 24.8 años, y para 2025 será de 29.4 años, lo que indica que las plataformas sociales serán determinantes en moldear el comportamiento ciudadano.
Gobierno y liderazgo político deberían entender y asimilar la realidad de los 15 segundos antes de que la nueva ciudadanía moldeada por las redes sociales los momifiquen en el mismo escenario de 315 mil años de antigüedad del homo sapiens.
Por Orión Mejía